Mejorar la eficiencia y ganar productividad es norte que persiguen todos los productores agropecuarios. Utilizar los mejores insumos y las semillas de mayor rendimiento son un camino, pero no el único. Y menos aún el de más proyección, según la visión del gerente de agroinsumos y servicios tecnológicos de Aceitera General Deheza (AGD), Esteban Tronfi.
"En unos años, los agroquímicos y las semillas van a ser todos iguales; por eso, el poder de la productividad estará en los manejos que se hagan en cada lote. No logrará los mejores números quien compre el mejor agroquímico o el mejor híbrido, sino quien sepa combinarlos de la mejor manera. Eso es lo que proponemos como agricultura creativa", subrayó Tronfi durante una visita organizada por AGD a las oficinas de Nuevo Central Argentino (NCA) y Terminal 6, empresas en las que es la principal accionista. "Lo que estamos viendo es que se está pasando de la productividad de los productos a la de los procesos productivos", resumió.
Tronfi fue el encargado de presentar los servicios tecnológicos de agricultura de precisión que ofrece AGD, y que están teniendo mayor demanda, en función de optimizar la productividad y la eficiencia en el uso de los insumos. Estos servicios también se dieron a conocer en el marco del Congreso de Aapresid, en Rosario.
Millones de decisiones
Según Tronfi, la paleta que ofrece AGD se compone de 19 servicios tecnológicos de diagnóstico, prescripción y aplicación.
Se destacan, entre otros, los de mapeo de suelos y el laboratorio “Aglab”, que es el de mayor capacidad del país, ya que permite procesar 35 mil muestras por año y 22 determinaciones en cada una; es decir, casi 800 mil determinaciones anuales y con la mayor velocidad del mercado (los resultados se obtienen en 72 horas).
También los sistemas de fertilización y pulverización selectiva en barbecho, que ahorran la cantidad de aplicaciones haciendo sólo las necesarias.
Como ejemplo de la ventaja que tiene su uso, se mencionó un caso concreto de un establecimiento de 125 hectáreas de soja, que asistieron en la zona sur de Córdoba.
El campo no tenía manejo por lote, sino que se trataba la totalidad de la superficie de la misma manera, aun cuando tenía zonas con rindes de 34 quintales por hectárea y otras con apenas cinco quintales.
“En nutrición, tomamos decisiones por cuadrados de 20 por 20 metros. Es decir, se pasó de una sola decisión a 3.125 decisiones, a razón de 25 por hectárea. En cuanto a malezas, se hizo pulverización selectiva, en cuadrados de 20 por 20 centímetros. O sea, de decidir una sola aplicación o no, pasamos a 31.250.000 decisiones, 250 mil por hectárea, y conseguimos un ahorro del 70 por ciento en la aplicación de herbicidas”, graficó Tronfi.
