La provincia de Entre Ríos amplió el número de animales que se podrán cazar de manera deportiva y transportar de tres especies exóticas que se convirtieron en plaga en su territorio, causando serios perjuicios ambientales, sanitarios, productivos y económicos.
Mediante la Resolución 2702 que modifica el artículo 4° de la 1425/16 de caza deportiva, la Dirección de Recursos Naturales y Fiscalización al mando de Antonio Sapetti estableció que a partir de ahora se permitirán cazar hasta cuatro jabalíes, tres ciervos axis y un antílope negro por cazador autorizado y por excursión.
Asimismo, dispone permitir el transporte de tres jabalíes y ciervos axis, y un antílope negro como máximo por persona habilitada y por excursión.
“Son especies reconocidas por la comunidad científico técnica y por los productores agropecuarios como perjudiciales en campos de cultivos y deterioro de bosques nativos, causando pérdidas económicas por el daño en las chacras, además al ganado y a fauna nativa. Asimismo, desarrollan una fuerte competencia por espacio y los recursos naturales con la fauna nativa”, argumentaron en la modificación de la norma.
Tratamiento de ley
Paralelamente, avanza el tratamiento de un proyecto de ley para declarar plaga a varias especies y prevenir los daños causados por estos animales silvestres.
Funcionarios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, participaron de la reunión de la Comisión de Recursos Naturales y Ambiente de la Cámara de Diputados que tuvo lugar la semana pasada, en la que se analizó el proyecto de la diputada Gabriela Lena, el que permitirá al Ejecutivo provincial reglamentar la caza del jabalí, el ciervo axis y el chancho asilvestrado, tres especies plaga en el territorio entrerriano.
“Entre estas especies, la que más preocupa es el jabalí. Originario de Europa, está incluido en la lista de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Su acción de hozar, es decir remover la tierra con el hocico, para depredar semillas, afecta directamente los suelos y cultivos de los trabajadores rurales; existiendo casos también de destrozo de silobolsas”, alertó en la ocasión el coordinador provincial de Políticas Agropecuarias, José Carlos Basaldúa.
Regular la caza
“La aprobación de la ley que declara como plagas a estas especies, nos habilitará a una reglamentación que regule la caza y el control del destino de la especie capturada”, indicó Juan Manuel Florean, coordinador del área de Fiscalización de Carnes.
Esto incluye “normar el tratamiento que se hará respecto de la prevención de la triquinosis en el jabalí, animal que también atenta contra la seguridad de los automovilistas y personas de a pie por su porte físico”, precisó el funcionario.
Cabe señalar que se han presentado numeroso casos de triquinosis en la provincia como consecuencia del consumo de chacinados y embutidos elaborados de forma casera con carne de jabalí cazado en el campo. Según controles bromatológicos realizados, entre el 17% y el 20% de esos animales presentó triquinosis, por eso, constituyen un peligro para la salud humana.
Las provincias donde es un problema serio
Desde hace algunos años, en las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Chaco, Formosa y Misiones, vienen creciendo aceleradamente las poblaciones de especies exóticas invasoras y, según indican los agricultores y ganaderos del noreste argentino (NEA), están provocando serios perjuicios ambientales, productivos y económicos.
Jabalíes, chanchos asilvestrados y ciervos Axis se multiplican sin control en la región ya que, al no ser autóctonos, carecen de depredadores naturales y regulación en la cadena trófica.
Estos animales circulan de campo a campo llevando parásitos y plagas de un campo a otro. Además, han producido un corrimiento de la fauna autóctona. El ciervo axis está desplazando al ciervo de los pantanos y el chancho salvaje a los teros, ñandúes y perdices ya que se alimentan de los huevos que ponen estas especies.
Estas especies exóticas representan un importante problema para la producción ganadera ya que atacan corderos, terneros, caballos y perros. Además, los chanchos silvestres se pueden llevar hasta un 30% de la comida de los silos de autoconsumo.
“El jabalí y el ciervo están causando grandes problemas. A nivel sanitario, ambos transmiten enfermedades a los animales de la producción; y el jabalí, como se lo caza y se lo usa para hacer embutidos, también transmite la triquinosis al ser humano. Es un problema importante porque son animales salvajes y no le hacen ningún tipo de control bromatológico”, contó el médico veterinario José Colombatto, vicepresidente 1° de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) e integrante de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER).
En agricultura, los chanchos asilvestrados atacan y destruyen a los cultivos de maíz, arroz y trigo, generando grandes pérdidas económicas.
“El chancho hace estragos, rompe todo, imagínate si te lo hace un día lluvia en el que no podés sacar el maíz y reembolsarlo. Hoy solo una bolsa para maíz cuesta 400 mil pesos la bolsa, además, cuesta alrededor de 1,5 millón el embolsado, y si le sumás el producto que está adentro estamos hablando de 40 millones de pesos de pérdida, así que imagínate el daño que te puede hacer un animalito de esos un día de lluvia”, dijo Raúl Sobredo, un ganadero de la zona de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy, sur entrerriana, damnificado por la especies invasoras.
El ciervo axis también se ha convertido en plaga en Entre Ríos, devora los verdeos y el trigo; ingresa en los sembradíos destruyéndolos; y rompe los alambrados eléctricos. Además, está dispersando en forma alarmante las semillas de acacia negra o tamarindo, un árbol invasor de muchas y grandes espinas, que una vez que se desarrolla, no permite ni la siembra ni el ingreso del ganado, transformando a los lotes en monte improductivo.
Los jabalíes también representan un riesgo para los habitantes de la ruralidad ya que atacan a las personas que recorren los campos de a caballo o a pie.
Fuente: Clarín Rural