La posibilidad de que el Gobierno nacional vuelva a implementar el régimen de retenciones a las exportaciones agrícolas vigente en enero, que prevé el pago del 33% para la soja (en la actualidad tributan el 26%) y el 12,5% para el maíz (hoy pagan el 9,5%), podría frenar el aporte de reservas para los próximos meses.
Con ese diagnóstico coincidieron Daniel Artana, economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel), y el analista del mercado de granos, Pablo Adreani.
“A partir de ahora, el Gobierno buscará aumentar las reservas del Banco Central emitiendo deuda”, sostuvo Artana.
Ambos especialistas disertaron este martes en la segunda charla de ciclo “Coyuntura y agro, una mirada económica y política”, realizada en el auditorio de La Voz, que tuvo el abordaje de la matriz energética nacional y el rol de los biocombustibles como eje de análisis.
La jornada, organizada por La Voz, contó con la presencia del ministro de Bioagroindustria, Sergio Busso, quien defendió la necesidad de aumentar el corte de los biocombustibles con que se mezclan el gasoil y la nafta en el mercado interno y la eliminación de las retenciones.

El analista agrometeorológico de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Tomas Kember; el analista político Eduardo van der Kooy, y el especialista en biocombustibles del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Iica), Agustín Torroba, completaron la grilla de disertantes.
La jornada contó con el apoyo de Corteva Agriscience Telecom, Ecovatio, Bacar, Lothar, Wico Combustibles, Air Europa y la Sociedad Rural de Jesús María. Además del acompañamiento de la Bolsa de Cereales de Córdoba, de la Fundación Bolsa de Cereales de Córdoba y del Ministerio de Bioagroindustria de Córdoba.
Coyuntura y agro: el escenario económico y político
Ante un auditorio integrado por referentes de la agroindustria cordobesa, el ministro Busso destacó lo mucho que resta por hacer en el país en lo referido a los biocombustibles, sobre todo teniendo en cuenta el avance en esta materia en otros países de la región.
Asimismo, aseguró que el Gobierno cordobés impulsa de manera decidida este desarrollo, a la vez que lamentó que no ocurra lo mismo con la administración nacional.
A la hora de evaluar el contexto político, Van der Kooy resaltó las enseñanzas que dejaron las elecciones legislativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), el espaldarazo que recibió el espacio político del presidente Javier Milei y la profundización de la grieta.

“La Libertad Avanza se mostró como una fuerza potente y en desarrollo, aunque todavía está lejos de constituirse en un fenómeno arrollador”, explicó el analista político.
Por otro lado, consideró que la verdadera importancia de las elecciones de octubre para el Gobierno nacional no pasa por aumentar su representación parlamentaria, sino por la posibilidad de que la gestión reciba una fuerte relegitimación por parte de la ciudadanía, sobre todo en una administración de claros tintes personalistas.
Otro punto central de la coyuntura pasa, según Van der Kooy, por la confirmación de la prisión para la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, situación que provocó un cambio de planes tanto en el oficialismo como en el mismo peronismo.
Agregó que uno de los interrogantes para el corto plazo es si, en un escenario de coaliciones cada vez más heterogéneas, los distintos sectores del Partido Justicialista son capaces de acercar posiciones a tiempo de cara a octubre.
Daniel Artana, por su parte, se refirió a un tema que desvela a la Nación: la consolidación de las reservas.
Ante la posibilidad cierta de que en breve vuelva a sentirse el impacto de las retenciones, el economista aseguró que el Gobierno echará mano de la colocación de deuda.
Sin embargo, advirtió sobre la factibilidad de acumular reservas vía deuda teniendo en cuenta que “no se aprecia de manera evidente mucho apetito de los inversores por la deuda pública argentina”.
El valor que en la actualidad tiene el riesgo país hace que la tasa que debe pagar el Gobierno para endeudarse ronde el 11%.
Artana manifestó además que los experimentos de atraso cambiario, que históricamente dejaron mucho que desear, no constituyen un entorno sano para la transformación que se le pide al sector productivo.
Por lo demás, opinó que por el momento los niveles de importación del país no son preocupantes, aunque sí lo son los bruscos cambios de política económica y el hecho de que la administración central todavía no cuente con una base política lo suficientemente robusta como para darles más oxígeno a estas medidas.
Coyuntura y agro: el escenario climático y de precios
El clima fue otra de las variables analizadas durante la jornada realizada en La Voz.
Al respecto, Tomás Kember reseñó que, en medio de la siembra de trigo, las precipitaciones caídas en los meses de marzo, de abril y de mayo estuvieron por encima de la media y beneficiaron particularmente a los departamentos del sudeste cordobés. También planteó que las temperaturas cada vez más cálidas, incluso en período invernal, suponen un nuevo desafío para el productor.

En este marco, aseguró que la intención de siembra de trigo en la presente campaña trepa a 1.793.500 hectáreas, un 6% más que en 2024. El avance de la siembra se ubica actualmente en 78%.
Respecto de la dinámica del comercio de granos, Pablo Adreani consideró que, en Argentina, el maíz muestra tendencia sostenida a firme y recordó que hasta que el maíz estadounidense ingrese al mercado mundial (en agosto y en septiembre) nuestro país estará solo en el mercado internacional, pudiendo consolidar los precios FOB up-river.
Además, subrayó que el ingreso de la cosecha de maíz safrinha de Brasil (en julio, en agosto y en septiembre) podría tener un impacto hacia la baja para el mercado internacional. Sin embargo, añadió el analista, la mejor calidad del maíz argentino, en comparación con el estadounidense y con el brasileño, da cierto reaseguro a una mayor demanda y mejor precio para la Argentina.
Coyuntura y agro: el rol de los biocombustibles
En su rol de referente continental de los biocombustibles, Agustín Torroba se refirió al papel estratégico que tienen el bioetanol y el biodiésel en la matriz energética del país.
Identificó dos situaciones muy concretas que están definiendo el contexto mundial en este tema: la transición energética a escala global y el papel de los combustibles alternativos ante el crecimiento acelerado de Vaca Muerta.

Torroba mencionó que al país se le abren oportunidades como la de vender activos ambientales de los biocombustibles tradicionales y aprovechar la realidad de que ser sostenibles “paga más” en el mundo.
También enfatizó que los biocombustibles sostenibles de aviación (SAF, por su sigla en inglés) abren la puerta a desarrollos de gran envergadura, calculando que el potencial de exportación de SAF a precios actuales podría rondar los U$S 50 mil millones.