Los sectores agroindustrial y energético son los dos pilares clave con los que cuenta la Argentina para mejorar su situación en el comercio internacional.
Así lo señaló Marcelo Elizondo, presidente de la International Chamber of Commerce (ICC) en el país, al participar el miércoles en la cuarta edición del ciclo “Coyuntura y agro 2025, ‘Vaca Viva’ y Vaca Muerta, Dos modelos de desarrollo: ¿complementarios?”, organizado por La Voz.
Se hicieron presentes también en el evento, llevado a cabo en el auditorio de La Voz, Silvina Fiant, directora del Departamento de Información Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba; Daniel Artana, economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel), y el periodista Edgardo Moreno, jefe de Programación y Noticias de radio Mitre Córdoba.
La jornada tuvo el auspicio de Corteva Agriscience, Tecnomyl, Lothar, Air Europa, Ecovatio, Bacar y la Asociación Somos Vaca Viva, y el acompañamiento de la Bolsa de Cereales de Córdoba, la Fundación Bolsa de Cereales de Córdoba y la Sociedad Rural de Jesús María.
Como punto de partida, Elizondo recordó que en 2024 las ventas de bienes del país al exterior alcanzaron un total de U$S 79.721 millones, con importaciones totales por U$S 60.822 millones.
En el desagregado, las exportaciones fueron lideradas por las Manufacturas Agropecuarias (37% del total, con U$S 29.675 millones) y los Productos Primarios (23%, con U$S 18.307 millones).
Combustible y Energía representó el 12% (U$S 9.677 millones) y Minerales, Metales Comunes y Preciosos el 7% (U$S 5.661 millones).
En tanto, en los primeros ocho meses del año en curso nuestro país exportó por U$S 55.367 millones e importó por U$S 50.293 millones.
El economista alertó que, tomando como base los datos disponibles, se observa una caída de la participación argentina en el comercio mundial.
El crecimiento porcentual de las exportaciones de bienes y servicios argentinos entre 2000 y 2024 fue de 210%. Este porcentaje es notoriamente menor al promedio de la región, que trepa al 295%, y al crecimiento de países como Brasil (488%) y Perú (851%) en el mismo lapso.
En la ratio de exportaciones/PIB del año pasado en Latinoamérica, Argentina aparece con un 15,3%, muy lejos del promedio de la región (25%) y del líder Panamá (46,5%). Un panorama similar se observa en la ratio de importaciones/PIB en Latinoamérica.
¿Qué indica todo esto? Según Elizondo, que nuestro país, además de haber perdido participación en el comercio global, sigue siendo una economía muy cerrada, por lo que “es necesario un salto cuantitativo y cualitativo”.
Para lograr este objetivo, destacó que la Argentina, como primer paso, debe alcanzar a los países vecinos en comercio internacional.
¿Y cuáles son sus fortalezas? Un sector agroindustrial sumamente competitivo (que representa el 60% de las exportaciones del país) y un sector energético que viene creciendo a pasos agigantados.
El panorama esperado para 2030
De acuerdo con estimaciones de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), las exportaciones argentinas podrían pasar de los U$S 79.721 millones de 2024 a los U$S 156.800 millones en 2030.
Elizondo precisó que, de este modo, el crecimiento total esperado dentro de cinco años trepa a un 96%, mientras que el de Combustible y Energía llega a un 258%, los minerales a 150% y los agroproductos a 54%.

Por otra parte, el economista mencionó que datos del Banco Central calculan que las exportaciones totales de combustibles pasarán de U$S 10.400 millones en 2024 a U$S 36.700 millones en 2030.
Asimismo, las ventas al extranjero de minerales podrían pasar de U$S 6.100 millones el año pasado a U$S 15.600 millones en 2030.
Pese a todo, Elizondo alertó que para que Combustible y Energía y Minería se desarrollen aún más a nivel internacional hacen falta inversiones, mayormente en el segundo rubro.
A su vez, el sector agroindustrial, según la Fundación Producir Conservando, podría pasar de haber exportado en 2023 un total de U$S 37.500 millones a U$S 57.860 en 2030.
El economista recordó, además, que en la actualidad nuestro país es el 17º agroexportador del mundo medido en dólares, pero es el 4º medido en toneladas, lo que indica que “Argentina vende muchas toneladas con escaso valor agregado”.
Qué debe pasar para alcanzar estos objetivos
Para el presidente de la International Chamber of Commerce en el país, mejorar la posición argentina en comercio exterior requiere de medidas políticas y productivas.
En cuanto a las primeras, mencionó consolidar el orden macroeconómico; avanzar en las reformas tributaria, regulativa y laboral; reinsertarse en los mercados financieros internacionales; mejorar el soporte público (infraestructura y organismos técnicos); celebrar más acuerdos de libre comercio, y equilibrar los incentivos regulatorios entre sectores.
En el ámbito productivo, enumeró: contar con más empresas internacionales; incrementar las tasas de inversión; optimizar las cadenas de valor internas; insertarse en redes de valor y ecosistemas internacionales, y generar mayor acople a la revolución tecnológica.
Asimismo, la Argentina debe tener muy en cuenta las tendencias actuales, que, entre otras, pasan por el fraccionamiento geopolítico (trust-shoring), la diversidad de regímenes, la reformulación de alianzas y relacionamientos, la inestabilidad, la dependencia del comercio de cuestiones no comerciales, las barreras arancelarias y no arancelarias, y la revolución tecnológica.
Ante este contexto, Elizondo señaló que los requisitos para que los exportadores logren el éxito pasan hoy por la estrategia, la innovación, la arquitectura vincular, la reputación, el conocimiento y la anticipación.
Dos modelos complementarios para crecer
En su alocución, Fiant consideró que tanto “Vaca Viva” como Vaca Muerta constituyen modelos de desarrollo que son complementarios y fundamentales para apalancar el crecimiento.
“Contamos con dos joyas estratégicas que requieren de inversión para fomentar el empleo, la innovación y el desarrollo sostenible”, destacó la especialista de la Bolsa de Cereales.
También puso énfasis en que, si bien la agroindustria es hoy el principal sector generador de divisas en la Argentina, Vaca Muerta cuenta con un potencial de crecimiento exponencial, incluso con proyecciones que podrían igualar o superar al agro en 2030.
Otro elemento crucial es la complementariedad estratégica: Vaca Muerta abastece la demanda creciente del sector agroindustrial, y este financia la infraestructura energética.
En cuanto a desafíos y oportunidades, Fiant puntualizó que hay tres factores por considerar. Primero, la infraestructura logística necesaria para una exportación eficiente de granos y combustibles.
Luego está la capacitación técnica para mejorar la competitividad global; y en tercer lugar, las políticas públicas, que deben tender a la integración y el crecimiento conjunto de sectores.
En el apartado de tecnología y sostenibilidad, la experta mencionó la importancia de lograr un sector agrícola basado en buenas prácticas, responsabilidad social empresaria, ag tech e inteligencia artificial, mitigación de riesgos y adaptación al cambio climático.
Para el rubro energético, se necesita una extracción responsable, técnicas limpias, eficiencia y minimización del impacto ambiental.
La provincia, en el contexto general
Fiant resaltó, además, cuál es la situación de Córdoba en el contexto nacional.
Al respecto, informó que en la campaña 2024/25 en la provincia el Valor Bruto de la Producción de soja, maíz, trigo, girasol, sorgo y maní fue de U$S 11.085 millones, a la vez que la inversión de los productores ascendió a U$S 4.200 millones.
Estos números hicieron que la participación de los granos cordobeses en las exportaciones llegara al 30%.
Asimismo, dijo que en la campaña 2025/26 Córdoba podría llegar a 9,4 millones de hectáreas en superficie sembrada, lo que equivale aproximadamente a ¼ de la siembra nacional.
La inversión local en la próxima campaña, en tanto, podría alcanzar los U$S 3.100 millones.
En este panorama, fueron de gran ayuda las lluvias registradas el pasado invierno, que, por ejemplo, significaron un muy fuerte impulso para el trigo.