“Esta es una ley que reivindica la cultura del encuentro, el diálogo, una mesa común en donde sentarnos a construir las políticas de Estado que hacen falta para que Argentina sea el país en el que merecemos vivir”, declaró el jueves por la noche el presidente de la Nación, Alberto Fernández, al presentar el proyecto normativo que crea un “Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial Federal, Inclusivo, Sustentable y Exportador”.
Se trata de la iniciativa que viene impulsando desde el año pasado el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), con el fin de impulsar las inversiones, las exportaciones y el empleo en este sector.
La iniciativa, que el mandatario dio a conocer junto a la vicepresidenta Cristina Fernández, al jefe de Gabinete Juan Manzur y al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, contiene estos principales puntos salientes:
1. Objetivos. Incrementar las exportaciones de bienes y servicios agroindustriales hasta alcanzar los 100.000 millones de dólares en 2030, con la creación de 700.000 puestos de trabajo directos e indirectos, gracias a alcanzar una cosecha total de 200 millones de toneladas entre cereales, oleaginosas y legumbres.
2. Plazo. El programa regirá hasta el 31 de diciembre de 2025 y el Poder Ejecutivo tendrá la potestad de prorrogar su vigencia por cinco años más.
3. Alcance. Podrán acogerse todas las empresas que elaboren productos agroindustriales. Son más de 150 las actividades alcanzadas (que se pueden ver en el documento completo con el texto de la ley al final de esta nota).
4. Registro. Habrá un registro nacional que funcionará bajo un formato de “Ventanilla Única Digital” y en el que deberán inscribirse aquellos interesados que pretendan acceder a los beneficios de la ley, sujeto a las condiciones que establezca la reglamentación.
5. Amortización acelerada. Uno de los beneficios previstos para las compañías que realicen inversiones y que cumplan con el requisito de aumentar sus ventas, exportaciones, producción o empleo, es la posibilidad de amortizarlos de manera acelerada (en tres años y no en 10) en el pago del Impuesto a las Ganancias.
6. Hacienda. Al adherir a este régimen, los productores ganaderos podrán obtener beneficios de una mejor valuación de sus vaquillonas y novillos a la hora de hacer la declaración del Impuesto a las Ganancias. Concretamente, valuarlos al momento de la venta y no al cierre del ejercicio.
7. Créditos fiscales. Se otorgarán a las empresas que realicen producciones e inversiones que apunten a las buenas prácticas y con medidas de adaptación al cambio climático. Equivaldrán al 50 por ciento de la inversión realizada. Puntualmente, habrá tres programas de promoción dirigidos a: incrementar el uso de semilla fiscalizada de especies autógamas de producción nacional; estimular la producción sustentable con fertilizantes e insumos, incluso los biológicos; e incrementar la productividad de la ganadería vacuna (mayor porcentaje de destete y peso de faena).
8. Impuesto al Valor Agregado. Por otro lado, se prevé la devolución de IVA para inversiones en un año, con el objetivo de beneficiar a plantas frigoríficas, acopios, usinas lácteas, plantas de balanceado, planta de tratamiento de frutas.
9. Fideicomisos. Los fideicomisos y fondos comunes de inversión cuyos patrimonios estén asignados o se orienten, como mínimo, en un 70 por ciento a las actividades que promueve esta ley, podrán también acceder a los beneficios planteados.
10. Exclusividad. Según reza el proyecto de ley, “los beneficiarios del régimen no podrán usufructuar las ventajas impositivas de otros regímenes de promoción, generales o especiales, por las inversiones promovidas al amparo de la presente, quedando la autoridad de aplicación facultada para efectuar las aclaraciones pertinentes a esos efectos”.
