Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) emitió un fuerte comunicado en rechazo a las medidas económicas del Gobierno Nacional.
La entidad rural apuntó a la brecha cambiaria y a la inflación, entre otros problemas y distorsiones que padece el país.
“La brecha cambiaria trepó en los últimos 45 días un 125% y el tpo de cambio CCL y el Blue han subido 45%, superando la cotización de los 33 dólares”, sostiene.
En tanto, defendió a los productores de quienes los tildan de especuladores porque se niegan a vender su cosecha ante la gran incertidumbre.
“Ante todo, los productores actúan como cualquier ciudadano o empresario. Ante la creciente incertidumbre, ahorran, y su manera de ahorrar es escalonar la venta de granos de cada cosecha”, afirman.
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En los últimos días la situación macroeconómica se sigue agravando. La brecha cambiaria ha trepado en los últimos 45 días a 125%, y el tipo de cambio CCL y el blue han subido 45%, superando la cotización de 300 $/USD.
Con esto se aceleran aún más los precios, elevando la expectativa de inflación al 90% anual.
Ante esta coyuntura, derivada de la ineficacia de la política económica, se plantea en algunos trascendidos la necesidad de aumentar la oferta de divisas.
En este sentido, se comenta la supuesta retención de granos de soja por parte de los productores. Si bien trasciende que se estudiarían desde algunos ámbitos gubernamentales estímulos -transitorios, que no sirven- para una mayor liquidación de granos, parece que no se entiende el problema de fondo.
Ante todo, los productores actúan como cualquier ciudadano o empresario. Ante la creciente incertidumbre, ahorran, y su manera de ahorrar es escalonar la venta de granos de cada cosecha.
Esta actitud no sólo implica ahorrar, sino que es habitual, por un tema de distribución a lo largo de los meses de los ingresos destinados a consumo, no siendo especulación de ninguna manera.
De acuerdo al responsable del Depto. Económico de CRA, Ernesto O´Connor, con buena parte del maíz vendido, aún quedan stocks de soja sin vender, relacionados con el argumento anterior.
Soja cuyo precio internacional ha caído a valores similares a los previos a la invasión de Rusia a Ucrania, de 500 USD/tn.
Similar situación ocurre con el trigo, que cotiza hoy a USD/tn 298. Lejos de la “renta extraordinaria”, y sin considerar subas de costos de fertilizantes y temor ante la escasez de estas importaciones, más la falta y el sobrecosto del precio del gas oil.
Ante una siembra de trigo prácticamente terminada, para la cual la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estima que es la más atrasada de la última década, por falta de certidumbre ante la oferta y los precios de los fertilizantes, por la falta de humedad en los suelos, y por la persistencia parcial de “la Niña”, la superficie de trigo 2022/23 podría caer entre un 25% y un 40% respecto a la campaña anterior.
En cambio, la BCR afirma que, según la CONAB, la producción de trigo de Brasil sería record, de 9 M de tn. Distintas políticas, distintos incentivos.
Ni renta extraordinaria, ni tipo de cambio adecuado, ni precios internacionales como en Brasil, Uruguay, Paraguay. Tampoco suba del precio de los alimentos liderando la suba del IPC, dado que esta suba es superada o compartida por muchos otros rubros.
En cambio, brecha cambiaria record, precio cobrado por el productor -en dólares de valor de mercado-, del orden de 35% en soja y 48 % en trigo.
¿Qué pasará con la siembra de gruesa de la próxima campaña (que es nada menos que la oferta de dólares de 2023)? ¿Cómo generar más divisas? Con una política económica razonable, no con medidas aisladas. Con un urgente plan económico anti-inflacionario, que reduzca el déficit fiscal y la presión tributaria, y que permita que el sector productor trabaje y contrate más empleo.
