Difícil de poder calcular. Esa fue la conclusión a la que llegó un productor agropecuario del departamento Tercero Arriba cuando se puso a comparar las actualizaciones del Impuesto Inmobiliario Rural de las anualidades 2024 y 2025.
Aseguró que no había forma de encontrar en el cedulón el valor bruto del impuesto para arribar al reajuste interanual del 172,5% que asegura la Provincia que tendrá el tributo. Como el caso del agricultor de Hernando, los ejemplos se multiplican por cientos.
Los problemas de comunicación de la Dirección General de Rentas de Córdoba en torno del cálculo de la actualización del tributo para el presente año se centran en la forma de presentar la información en el sitio web de la repartición y la falta de claridad en el desglose de los conceptos.
Más allá de la queja por el tamaño del reajuste en la contribución, el malestar de los productores es por la forma en la que está expresado.
En el cedulón, figuran cifras por pagar que incluyen descuentos por buen contribuyente, pago al contado y hacedor de buenas prácticas agropecuarias, entre otros alivios impositivos, pero no el valor bruto del impuesto. Para arribar a ese dato, el contribuyente tiene que hacer cálculos hacia atrás para saber cuál es su magnitud, lo que hace difícil la comprensión.
Dentro de ese universo, los productores que pagan el impuesto por débito automático no tienen acceso en la web de Rentas a la información. Deben buscar en varios lugares del sitio para encontrar el resumen de lo que deben pagar.
Desde las entidades rurales, aseguran que los productores dependen en muchos casos de sus contadores para entender los cedulones y saber cuánto deben abonar, lo cual indica la falta de claridad en la información oficial proporcionada.
“Es fundamental evitar perder tiempo en tareas administrativas complejas, como el control de impuestos, por nuestra parte y de nuestros asesores contables. Se requiere un Estado que simplifique la burocracia en lugar de obstaculizar la actividad productiva con trámites engorrosos y poco claros en su información”, dijo Vanesa Padullés, presidenta del Consejo Regional Córdoba de Coninagro.
Malestar en el noroeste
En el arco noroeste de la provincia, la actualización del impuesto también genera quejas entre los productores, que casi en su totalidad son ganaderos.
Para Gustavo Laudin, presidente de la Sociedad Rural de Cruz del Eje, el aumento en el tributo a la tierra no se condice con lo que produce la región.
“El 90% es ganadería y, de acuerdo con las estadísticas, el precio de la hacienda se actualizó menos de un 70% en comparación con el 172,5% que aumentó el impuesto. Y eso cuesta hacérselo entender a la Provincia”, explicó el dirigente y productor.
Más allá de la lluvia de las últimas horas, la región viene atravesando –según la mirada de los productores– dos inconvenientes de larga data: por un lado, la sequía, que complica la oferta forrajera; por otro, la falta de una política de desarrollo que permita a la producción ganadera hacer proyectos sustentables desde lo social, económico y ambiental.
A modo de paliativo, la Provincia dispuso que aquellos productores que tengan parte de su inmueble rural en zona roja, según el ordenamiento territorial vigente, van a poder condonar el valor del impuesto. A partir de experiencias anteriores con el beneficio, que el trámite ante el Ministerio de Ambiente y la Dirección General de Rentas sea lo menos burocrático posible hará que la medida sea eficiente.
Queda por resolver también qué pasará con la diferencia de actualización entre lo acordado por la Provincia con la mesa de Enlace –172,5%– y lo aprobado por la Legislatura en el Presupuesto 2025, que es del 189%.
En principio, el diferencial de 16,5 puntos porcentuales se diferirá para la cuota del año próximo.
Existe la posibilidad de que esta diferencia se bonifique a los productores, pero no es una decisión que se tomará de inmediato, ya que hay tiempo para llevarla a cabo hasta el 30 de diciembre de este año.
La decisión final sobre si se bonifica o no la diferencia dependerá de la Legislatura. Pero será parte de una discusión a futuro.