Este miércoles 27 de noviembre, se llevó a cabo en la sala Luis Berti de la localidad de La Cumbre la presentación del diagnóstico participativo del Plan de Ordenamiento Ambiental y Territorial (POAT) de esa localidad del norte de Punilla. Este encuentro marcó un paso decisivo hacia la planificación del futuro del municipio y contó con la participación de vecinos, especialistas y autoridades locales, que colmaron la capacidad del salón.
El evento fue presentado por Nicolás Mari, profesional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) en la sede de Cruz del Eje y referente en gestión ambiental; la arquitecta Beatriz Giobellina, del Inta y de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC); la arquitecta Carolina Peralta, de la consultora Asesores Urbanos; el intendente de La Cumbre, Pablo Alicio; y la directora de Ambiente de la Municipalidad, Andrea olmos, entre otros actores clave.
Mapa de riesgos hídricos y de incendios
Durante la jornada, se presentaron los resultados de los estudios realizados a partir de los talleres participativos llevados a cabo en meses anteriores. Entre estos resultados destacaron los mapas temáticos, que incluyen riesgos hídricos, de incendios y de vulnerabilidad ecosistémica. Estos mapas permitieron identificar zonas críticas en el territorio de La Cumbre, así como las principales amenazas y vulnerabilidades del municipio. Según explicó Mari, “estos resultados nos dan una visión clara de las problemáticas actuales, como la crisis hídrica, el desorden en el crecimiento urbano y los riesgos ambientales, lo que permitirá diseñar estrategias adecuadas para enfrentarlas”.
El diagnóstico participativo también incluyó la presentación de una síntesis de las percepciones de los vecinos, que en los talleres previos habían identificado los puntos críticos de su comunidad. Entre los temas destacados subrayaron la presión sobre los recursos hídricos, los problemas de infraestructura y los desafíos que presenta el desarrollo turístico y residencial.
Durante la reunión, también participaron destacados expertos en temas ambientales que aportaron sus conocimientos específicos. Entre ellos, el arquitecto Juan Pablo Molina presentó la experiencia de ordenamiento ambiental territorial en la localidad de Nono; el geólogo Juan Murra habló sobre los aspectos hidrogeológicos de las aguas subterráneas en los medios serranos; y el biólogo José Toledo destacó las amenazas a la biodiversidad, flora y fauna en el sector de La Cumbre y el Río Pintos.
La arquitecta Beatriz Giobellina, una de las responsables de la presentación de resultados, destacó que “La Cumbre es la cabecera de dos cuencas hídricas que afecta a poblaciones al norte y al sur de la provincia, lo que hace que este trabajo sea fundamental no solo para la localidad, sino para toda la región”.
Aspectos sociales, económicos y demográficos
Giobellina señaló que el proceso comenzó con el taller participativo de agosto, donde se hizo un prediagnóstico de vulnerabilidades, amenazas y riesgos. “Desde entonces hemos sistematizado y mapeado los problemas. Verlos en el mapa cambia la forma de entenderlos y nos ayuda a priorizar acciones concretas”, agregó.
Por su parte, Carolina Peralta explicó que el trabajo no solo aborda el territorio físico, sino también los aspectos sociales, económicos y demográficos del municipio: “Aunque La Cumbre es esencialmente turística, hemos identificado actividades complementarias, como la ganadería, la producción de lavanda y el comercio, que también deben integrarse en el ordenamiento territorial para garantizar un desarrollo equilibrado”. Además, enfatizó que “los problemas actuales, como los loteos especulativos y la falta de infraestructura, no surgieron de un día para otro; tienen raíces históricas, pero estamos a tiempo de revertirlos con una planificación adecuada”.
El intendente Pablo Alicio subrayó la importancia de este plan como un puntapié inicial para ordenar el crecimiento del pueblo: “Queremos un pueblo que crezca de manera ordenada, cuidando el entorno natural que nos caracteriza y que es el pilar de nuestra economía turística”.
Mari cerró destacando los próximos pasos del proceso: “Ahora avanzamos hacia una etapa de prospectiva, en la que no solo se planteará cómo imaginamos La Cumbre del futuro, sino también los posibles escenarios sociales, económicos y ambientales. Este proceso será participativo, escuchando las voces de los vecinos para construir una visión compartida y tomar decisiones acertadas”.
La actividad culminó con la participación de los asistentes, que tuvieron la oportunidad de expresar sus inquietudes y debatir las estrategias a seguir. “La participación activa de los vecinos es clave para garantizar que el plan refleje realmente las necesidades y expectativas de nuestra comunidad”, señaló Mari.
El proceso comenzará con una etapa de planificación prospectiva, en la que se trabajará nuevamente de forma participativa para definir la visión a largo plazo de La Cumbre y las estrategias para su desarrollo sostenible.