Un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), detalla que se espera un aumento de superficie sembrada con maíz y girasol, mientras que soja, maní y sorgo perderían terreno en comparación con campañas anteriores.
Los principales motivos que influyeron en la distribución de la siembra estival fueron el precio de los granos y la rentabilidad esperada para los cultivos y en segundo lugar el pronóstico climático.
En particular, la caída proyectada para el maní responde, según el informe, a precios bajos del grano, elevados costos de alquiler y excedentes de stock. Muchos productores optan por esperar mejores condiciones y precios para el próximo año.

El sorgo perdería la superficie que ganó la campaña pasada con la baja de maíz, volviendo a las áreas marginales donde normalmente se lo siembra.
Grano por grano
De acuerdo con el último relevamiento del Departamento de Información Agronómica de la BCCBA, el maíz tendrá una superficie de 2.915.600 hectáreas, 15% más que en la campaña anterior (2024/2025) y 28% más que el promedio histórico entre los ciclos 2008/2009 y 2024/2025.
En el caso del girasol, la superficie crecerá hasta 251.900 hectáreas, lo que representa un aumento del 18% en relación a la campaña pasada y del 357% respecto al promedio histórico.
El maíz y el girasol son los dos únicos cultivos que crecerán en esta campaña en superficie.
En sentido contrario se moverá la soja, con una superficie de 4.005.900 hectáreas, un 8% menos que en la campaña pasada y 10% menos que el promedio histórico.
El maní también perderá superficie: 15%. Alcanzará a 266.000 hectáreas, 10% menos que el promedio histórico, que en el caso de este cultivo es entre los ciclos agrícolas 2011/2021 y 2024/2025.
Por último, el sorgo ocupará 147.100 hectáreas, 15% menos que en la campaña pasada.
Con respecto a la soja, su superficie disminuye al aumentar la del maíz, lo que favorece a la rotación de cultivos. Además, algunos lotes también pasarían a girasol.
La siembra de girasol se inició a principios de septiembre, sin datos aún de avances de esta, y la de maíz habría iniciado también, en la zona sur y sureste, a mediados de septiembre.
El aumento de la superficie de maíz se explica con la buena disponibilidad de humedad y la baja presión de chicharrita en la campaña anterior, lo que impulso la siembra temprana.
La soja, sin embargo, tuvo una disminución en la superficie que se planifica sembrar temprano y un aumento en la proporción de tardía de segunda ya que en esta campaña hubo mayor superficie sembrada con trigo, por lo que los lotes se liberarán más tarde.
El informe sostiene que las precipitaciones acumuladas durante el invierno superaron los promedios en toda la provincia. Esta situación incentivó a iniciar antes con la siembra en la proporción de superficie que se planificó con maíz temprano.
Sin embargo, los pronósticos climáticos del Servicio Meteorológico Nacional advierten lluvias para los próximos meses y temperaturas sobre lo normal.