Las retenciones a las exportaciones agrícolas representan el 4,6% de la recaudación total de la Argentina, alcanzando un valor de U$S6.000 millones en lo que va de 2024, según reflejó Javier Preciado Patiño, consultor agropecuario y ex secretario de Mercados Agrícolas, en su cuenta de X.
Este incremento de un 50% respecto al 2023 refleja la importancia crucial de la exportación agrícola en la economía del país, especialmente el complejo soja, que tributa un tercio de su valor FOB.
Patiño destacó que, en 2023, la sequía afectó considerablemente la producción, lo que tuvo un impacto directo en la recaudación.
Además, el analista recordó que en los años 2021 y 2022, cuando las cosechas fueron normalizadas y los precios de los granos alcanzaron picos elevados, la participación de las retenciones llegó a representar un 9% de la recaudación total.
A lo largo de su análisis, también mencionó que en 2019, la reimposición de las retenciones y el adelantamiento de las declaraciones juradas de exportación marcaron un aumento significativo en la participación de las retenciones en la masa fiscal, mientras que en el período de 2016 a 2018, la eliminación parcial de las mismas y los precios bajos de los granos redujeron su aporte al 2,7% al 3,8%.
“Hay negocios, pero a precios malos”
En un reciente diálogo con Preciado Patiño, Rodrigo Nider, productor y arrendatario de campos en la zona núcleo de Buenos Aires, explicó cómo las elevadas temperaturas adelantaron la cosecha de trigo este año.
“Estamos cosechando trigo, se adelantó unos diez días, por las temperaturas elevadas, lo que nos quitó algunos kilos”, relató Nider, quien destacó que, pese a ello, el rendimiento es favorable, superando los 5000 kilos de trigo por hectárea.
Sin embargo, aclaró que la siembra adelantada de soja de segunda puede impactar en los resultados finales.
En cuanto a la comercialización, Nider expresó preocupación por los bajos precios.
“Hay negocios, pero a precios malos”, afirmó. Y explicó que los productores siguen cobrando lo mismo en pesos que el año pasado, incluso cuando entregan trigo de calidad.
“El molino no paga gran diferencia si tenés mercadería de calidad, trigo grado 1″, agregó. Y destacó que el mercado no refleja una mejora en los precios a pesar de la buena cosecha.
En la región, el trigo se está embolsando debido a la espera de mejores precios.
“El productor el año pasado recuperó bastante capital en la zona y hubo una buena cosecha. Hoy el productor está a la espera de mejores precios”, señaló Nider.
Fuente: TN Campo