El agro confía en sus propias fortalezas. Esa es la razón de por qué en un escenario de precios agrícolas en los niveles más bajos desde noviembre de 2020, tres sequías sobre sus espaldas que recortaron la producción, y el peso de las retenciones, la 16ª edición de Expoagro, la exposición de la agroindustria que se desarrolló entre el martes 4 y el viernes 8 en San Nicolás (provincia de Buenos Aires) brilla por donde se la mire.
Hasta el propio presidente Javier Milei, quien visitó la muestra el primer día, elogió el desempeño de los productores, al calificarlos como “los mejores del mundo” y como “héroes”, al tiempo que aseguró que es “fruto de un milagro” que en los últimos años siguieran produciendo, a pesar de la alta carga fiscal.
Mientras el clima va definiendo el tamaño de la cosecha agrícola, que ya comenzó en el norte del país, las empresas de maquinaria agrícola se las ingenian para seducir a sus potenciales clientes.
En esa tarea, difícil por cierto en la actual coyuntura, buscan combinar financiamiento –una herramienta clave para que el productor realice inversiones– y nuevos desarrollos tecnológicos. Por eso, más de una veintena de lanzamientos de nuevos productos se realizaron en la muestra, todos con prestaciones que apuntan a una mayor eficiencia en la producción.
“Los fabricantes hacen un gran esfuerzo logístico y operativo para estar presentes en estas muestras”, aclaró Luciana Mengo, titular de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (Afamac).
Precisamente, a través del Banco de Córdoba, la entidad industrial llegó a la megamuestra con una línea de crédito exclusiva a tasas promocionales para sus empresas asociadas (80 en total), por $ 10 mil millones y U$S 7 millones.
La empresaria se quejó por la decisión del Banco Central de mantener las restricciones de acceder a estos créditos con tasas inferiores al 100% anual en pesos para aquellos productores que conserven el 5% del stock de soja sin vender. “Debería ser al revés; si el productor tiene grano como respaldo, es una señal de que va a poder afrontar el crédito que tome”, sostuvo Mengo.
Más allá de lucir en la muestra sus mejores ropas, las fábricas de maquinaria agrícola no atraviesan su mejor momento. La caída en el nivel de actividad en lo que va del año es peor que en el arranque de 2023. “Si bien no ha habido suspensiones, en algunos casos se eliminaron dobles turnos, se han recortado horas extras y se adelantaron vacaciones”, enumeró la titular de Afamac.
No obstante, la falta de insumos que padeció la industria el año pasado se está revirtiendo y la exportación vuelve a ser parte de la estrategia de negocios, luego de la decisión del Gobierno de no subir las retenciones a las exportaciones de la industria manufacturera.
Precisamente, con esa intención de tener mayor presencia en el mercado exportador, la empresa Pauny llegó a San Nicolás con el lanzamiento de un nuevo tractor: el más grande y automatizado fabricado por la empresa ubicada en Las Varillas.
Se trata del modelo Bravo 7710 Serie A, equipado con un motor Cummins de 305 CV. Sin embargo, su rango distintivo se lo da la transmisión CVT variable que permite controlar la velocidad del tractor con las revoluciones (RPM) del motor.
“En tareas de siembra, por ejemplo, se elige una velocidad determinada, puede llegar a ser inferior a los 0,3 kilómetros por hora, y en función de ella se eligen también las RPM con las que quiere trabajar; y es la caja la que resuelve todo y maneja el motor en función de las exigencias topográficas del terreno”, describió Raúl Giai Levra, presidente de Pauny.
Si bien se trata de un segmento de poca escala, el tractor, que saldrá en serie a partir de junio, apunta a competir en el mercado con los modelos de las empresas globales, pero con un valor 50% más barato, aseguró el titular de la empresa.
El objetivo de la fábrica cordobesa es producir alrededor de 100 unidades del modelo por año, con una fuerte presencia en la exportación a países de la región.
Como parte de sus prestaciones automatizadas, el tractor viene con un paquete tecnológico que incluye Isobus, un protocolo de comunicación internacional estandarizado que permite que los diferentes equipos agrícolas se comuniquen entre sí, telemetría y digitalización.
Se trata de prestaciones que hacen que producir sea más eficiente.
“La demanda de tractores de alta potencia ha crecido en los últimos dos años y nosotros venimos a dar una opción muy competitiva en la región, teniendo en cuenta que este tipo de unidades, con esta automatización, no se fabrican ni el Brasil, con lo cual tendríamos una ventaja”, aseguró Giai Levra.
Luego de varios meses de incertidumbre, en especial desde octubre hasta mediados de enero, las exportaciones han comenzado a moverse para aquellas empresas que tienen en el comercio exterior un negocio desarrollado.
“Ya se han concretado operaciones”, destacó Sebastián Calderón, responsable del Comercio Exterior de Mainero, quien acababa de recibir en el stand de la empresa de Bell Ville a un grupo de distribuidores y de productores de Kazajistán.
La empresa, referente en equipos forrajeros, cabezales y tolvas, ya tiene cerrada la venta de 22 cabezales maiceros a Estados Unidos. “Se trata de unidades del modelo MDD adaptados para ese mercado”, indicó Calderón, quien agregó a la lista de envíos para los próximos meses a destinos como Sudáfrica y Rusia. Luego de 10 años, la empresa tendrá un distribuidor comercial en Chile.
Mainero estuvo presente en Expoagro con toda su línea de equipos forrajeros, tolvas autodescargables y cabezales de cosecha para maíz y girasol.
Si bien considera que aún hace falta que se termine de acomodar la suba de los costos, Calderón es optimista respecto al desempeño comercial de 2024.
Las primeras dos jornadas de la megamuestra mostraron esa temperatura, con consultas e interés de los productores por hacer negocios. “Hay un marcado interés de productores por tomar financiamiento en dólares”, observó Tomás Liceda, director comercial de New Holland Argentina. Todo un cambio de tendencia respecto a los últimos años.
