El empuje que viene mostrando la alfalfa en los últimos años también puede observarse en la evolución de las ventas de maquinaria forrajera.
Según un informe elaborado por Pablo Cattani, Federico Sánchez y José Peiretti, especialistas en conservación de forrajes, “la primera luz verde la encienden las 277 segadoras con acondicionador comercializadas”. Esta cifra significa un crecimiento del 65 por ciento con respecto a 2019 y ubica al año pasado como uno de los tres mejores de la última década para este rubro.
Con respecto a las segadoras de arrastre, se comercializaron 215 y la preferencia de los compradores fue hacia modelos de tiro central, acondicionador de rodillos de goma o acero, cambio rápido de cuchillas y anchos de entre 3 y 4,5 metros.
También se observó un fuerte incremento en las segadoras de tres puntos que se utilizan en muchas economías regionales y que también se expandieron 65 por ciento.
Esto, según los expertos, “demuestra que el negocio de los forrajes no deja de explorar nuevas zonas productivas y se ofrece como una solución de trabajo para explotaciones y regiones de menor escala”.
“Además, por su precio notablemente inferior y la mayor oferta de tractores con 3 puntos de serie, estas segadoras se han transformado en una muy buena alternativa para los productores que desean pasar de una hélice a una máquina con corte eficiente y bajas pérdidas”, explican.
En cuanto a las autopropulsadas, el mercado fue de solo 17 unidades en 2020 y la importación para el corriente año asoma muy limitada: sucede que deben ingresar en categoría tractor, lo que incrementa su costo de comercialización y reduce el cupo para tractores reales, por lo que la mayoría de las marcas deciden restringir el producto en 2021.
Por otro lado, en rotoenfardadoras el incremento del volumen comercializado fue de un 25 por ciento, hasta las 514 unidades; mientras que en las megaenfardadoras, el salto interanual fue del 50 por ciento.