Mientras se aguarda con expectativa la presentación en la Legislatura provincial, por parte del Poder Ejecutivo, del Presupuesto 2026, en el sector agropecuario se pregunta qué pasará con la actualización del Impuesto Inmobiliario Rural, el único tributo directo que paga el sector.
Si bien la producción agropecuaria en la provincia está exenta del Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB), un trabajo realizado por el productor agropecuario y exdirigente rural Néstor Roulet, refleja la dimensión que tiene la contribución indirecta que el agro realiza a las arcas de la provincia.
“La provincia de Córdoba cobra impuesto de Ingreso Brutos (IIBB) a todas las cadenas de bienes y servicios que son proveedoras de la producción agropecuaria. Si bien no se especifica en la factura, los IIBB al ser considerado un costo impositivo para los proveedores, van agregados en el precio final que paga la producción. Hay que recordar que este impuesto, a diferencia del IVA, es plurifásico y acumulativo, lo que incide en todos los costos de los eslabones de las cadenas”, sostiene el informe.
Por ejemplo, la venta de agroquímico tiene un 3,5 % para la venta mayorista y un 3 % por la venta minorista, “lo que hace que al ponerlo en el costo final cada uno de los eslabones el precio final al productor aumenta en forma considerable”, asegura el estudio elaborado por el exfuncionario nacional.
En un análisis de los tres principales cultivos (soja, trigo y maíz) y considerando el área sembrada en la provincia, con mayor área de siembra en la Provincia, y solo teniendo en cuenta el IIBB del último eslabón de la cadena de bienes y servicios, “destacando que si bien el impuesto tiene una alícuota general del 4,75% hay alícuotas específicas establecidas en la Ley Impositiva anual”, aclara el informe.

Según el trabajo, la recaudación de la Provincia en IIBB en el cultivo de soja ascienda a los $ 206.836 millones; en el maíz a $ 193.567 millones; y en el trigo a 69.651 millones de pesos. Los cálculos contemplan en el rubro insumo el seguro y asesoramiento y el alquiler para el 60% de la superficie implantada.
“Si al IIBB pagado en los 3 cultivos mediante los costos de producción, le sumamos IIBB de la lechería en base al costo para producir un litro de leche y los litros producidos anualmente en la provincia, se agrega una recaudación de $ 52.800 millones. Si se hace el mismo ejercicio con la ganadería, el estudio muestra que la producción de carne aporta en el tributo $ 42.182 millones.
En total, el aporte de IIBB del sector agropecuario en la provincia es de $ 565.140 millones, según los números de Roulet.
Podemos afirmar por su esencia acumulativa, que el aporte del campo es mucho mayor. Para no entrar en polémica solo contemplaremos el impuesto del último eslabón de la cadena de bienes y servicios”, aclara.
Si se tiene en cuenta que la recaudación del Impuesto Inmobiliario en la anualidad 2024 fue de $ 256 mil millones, el aporte del IIBB es mayor al doble que el tributo a la tierra. En total, el agro cordobés contribuye en ambos impuestos con $ 821.140 millones.
“Según el Presupuesto del año 2025 la recaudación por IIBB de la Provincia será de $ 2,61 billones, lo que significa que el campo está aportando un 21 % de este impuesto Provincial”, precisa el informe.
A partir de esta contribución, el estudio se pregunta: “¿no será momento de tener en cuenta el aporte del campo a Rentas Generales a través del Impuesto a los Ingresos Brutos?” para el Fondo de Desarrollo Agropecuario (que se nutre con el 98% del inmobiliario rural), en vez de aumentar todo los años el impuesto a la tierra.























