El Ieral de la Fundación Mediterránea publicó un análisis del economista Franco Artusso en el que da cuenta del impacto que puede tener la baja temporal de las retenciones dispuesta por el gobierno de Javier Milei.
Para el analista, la rentabilidad al productor podría aumentar entre un 12% y un 20% mientras que la recaudación de las provincias, entre un 12% y un 15%.
Según Artusso, la medida, que regirá hasta el 30 de junio de 2025, “tiene implicancias en varios frentes: en las finanzas públicas (nación y provincias), en la asignación de los recursos entre sectores y cultivos, en el nivel de actividad del interior productivo y los proveedores del agro, en los precios de la economía, en el flujo de divisas que puede aportar el sector agropecuario en los próximos meses”.
Para el análisis que presenta el Ieral se toman como referencia dos modelos agrícolas con distintos niveles de eficiencia en la producción de los granos, uno que captura las particularidades de la zona núcleo (sudeste de Córdoba) y otro que intenta representar a la gran región extrapampeana (Santiago del Estero, centro-norte del país).
En ambos casos se considera el caso de un productor propietario de la tierra, con una escala de producción de 500 hectáreas y un esquema de siembra “50 y 50″ de soja y maíz.
Las principales diferencias entre ambos se deben a la productividad de la tierra (rendimientos de cultivos) y las distancias a puerto (costo transporte de cargas), pero también influyen los distintos requerimientos de insumos y labores según ubicación geográfica (costos directos de producción).
Más rentabilidad al productor
“Lo que se observa es que, de mantenerse la baja de DEX durante todo el 2025 (y no hasta junio como se anunciase en un principio), la rentabilidad neta del productor (margen después de impuestos) aumentaría un 12% en zona núcleo (+U$S 52 / ha) y un 20% en zona extrapampeana (+U$S 41 / ha). Nótese que estos dólares “extras” para el productor son a su vez los que perdería de recaudación el estado, implicando una retracción del 8-10% de los ingresos totales del fisco con respecto al escenario sin reducción del impuesto”, señala el reporte.
Artusso consigna que debe advertirse que la recaudación tributaria total cae proporcionalmente menos que la recaudación perdida por la baja de las retenciones (-19%).
“Esto se debe a que tras la reducción de los DEX aumenta la recaudación de otros impuestos y se compensa parcialmente la pérdida. Este efecto se explica fundamentalmente por la mayor recaudación del impuesto a las ganancias (+15-21% dependiendo la zona), pero también se recaudaría más por el impuesto a los Sellos (+6%), al cheque (+4%) e Ingresos Brutos (+2%)”, señala.
Este último efecto se da solo en aquellas zonas donde la actividad primaria se encuentra directamente gravada, no es el caso de Córdoba donde la actividad se encuentra exenta y el impuesto afecta indirectamente al productor vía distorsión de precios en actividades “aledañas” (mayor precio en transporte de cargas e insumos), aclara.
Las provincias, ganadoras con la baja de retenciones
Considerando estos cambios sobre la estructura tributaria y los distintos niveles de gobierno que recauda cada impuesto, se observa que las provincias serían las grandes ganadoras tras la reducción de los DEX: pasarían a recaudar 12-15% más, un extra de U$S 16 por hectárea en zona núcleo y de U$S 11 / ha en zona extrapampeana; nación, por su parte, absorbería toda la perdida recaudando 14-15% menos, con una merma de U$S 68 / ha en zona núcleo y de U$S 52 / ha en zona extrapampeana, respectivamente. Así las cosas, la carga tributaria mermaría 6,5 – 8,2 puntos porcentuales en nación y aumentaría de 1,5 – 1,7 puntos en las provincias.
En conjunto, la carga tributaria total sobre el productor (nación más provincias) disminuiría entre 5 y 6,4 puntos porcentuales tras la reducción, pero aun así seguirá siendo muy elevada en el 2025: promediaría 54,4% en zona núcleo y 60,6% en zona extrapampeana.
Esto quiere decir que, luego de pagar impuestos, al productor agrícola de zona núcleo le quedará tan solo el 45,6% de la renta que genere con su actividad (ingresos menos costos) y al de zona extrapampeana apenas el 39,4%.
Del párrafo anterior se desprende que en las dos zonas de referencia lo que se lleva el estado vía impuestos continuará siendo mayor a lo que le queda “en limpio” al productor agropecuario luego de descontar todos los costos e impuestos. Para ponerlo en valores concretos, de verificarse los rendimientos medios de cada región en esta campaña, en 2025 los productores pagarían unos U$S 569 / ha de impuestos en zona núcleo y unos U$S 385 / ha en zona extrapampeana, mientras que su ganancia neta sería de U$S 476 y U$S 250 por hectárea, respectivamente.
No obstante, en el reporte se destaca que estos números deben tomarse con “cautela” en virtud de factores como el clima que pueden incidir en los rindes.