La escasez de lluvias y la ola de calor que afectó a buena parte de Córdoba durante enero y los primeros días de febrero hizo mella en cultivos de distintos sectores.
Las abundantes precipitaciones que comenzaron el 8 de febrero no llegaron a apaciguar los daños.
Según un relevamiento del Colegio de Ingenieros Agrónomos de la Provincia de Córdoba (CIAPC) en zonas del departamento Tercero Arriba (centro sur de Córdoba) el maíz, la soja y el maní sufrieron pérdidas de hasta un 40%.
“El período de lluvias que comenzó el 8 de febrero puso un freno momentáneo al estrés provocado por la grave escasez de agua, acentuado por vientos y altas temperaturas. No obstante, han quedado daños que consideramos irreversibles con impacto sobre los rendimientos a obtenerse”, sostiene el reporte.
Debido a los distintos tipos de suelo y a que las lluvias no fueron parejas en todo el territorio, los perjuicios fueron heterogéneos.
“Hay que considerar también la superficie afectada por la caída de granizo en diferentes oportunidades. Muchos de los lotes dañados se volvieron a sembrar y se encuentran en estados fenológicos tempranos y de bajos requerimientos, por lo que están poco castigados por la sequía”, agrega el reporte.
Se trata de una estimación que, aunque prematura por los estados fenológicos actuales de los cultivos y a la imprevisibilidad del clima, permite percibir los daños ya establecidos hasta el momento.
Los porcentajes promedios estimados de pérdidas de rendimientos respecto del potencial son los siguientes:
- Soja: 30 a 40%
- Maní: 30%
- Maíz: 20%
“Estos datos no pretenden ser definitivos, ya que los cultivos están expuestos a la evolución del clima hasta su cosecha”, cierra.
