En esta semana el maíz para posición marzo llegó a superar los U$S 201 la tonelada (U$S/ton) como un claro síntoma de la firme demanda por el cereal por parte de la exportación.
El futuro marzo sale de posición el último día de febrero y este puede ser un factor adicional de firmeza. Un dato para destacar: en estos momentos se está cosechando el maíz temprano en forma anticipada, con rindes equivalentes al 50% del esperado.
Este es el síntoma y el efecto negativo que tuvo la sequía de diciembre y enero sobre los rendimientos. Las últimas lluvias ocurridas esta semana pueden frenar y atrasar la cosecha y este puede ser un factor adicional de suba para los precios en el mercado disponible.
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Por lo pronto, los exportadores tienen compradas 8,3 millones de toneladas de maíz para entrega durante marzo-abril. De este total, solamente 3,7 millones de toneladas ya fueron compradas a precio y el resto 4,6 millones fueron compradas “a fijar”.
Este patrón de ventas está indicando que el productor está vendiendo por logística, vende el maíz a fijar para sacar la cosecha directamente de la tranquera al puerto, con el consecuente ahorro en el flete corto y reducción en los gastos de almacenamiento.
Por el lado de las DJVE’s (Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior) los exportadores tienen ya declarados 2,4 millones de toneladas, 1,3 millones en marzo y 1,1 millones en abril.
Quiere decir que la exportación ya tiene cubiertas el 100% de las ventas con las compras de maíz cerradas a precio.
Esta posición de los exportadores (el volumen de compras supera el volumen de ventas) puede ser considerada un factor bajista, pero si las lluvias frenan la cosecha y atrasan los envíos de las compras ya cerradas se convierten en un búmeran alcista.
Veamos lo que sucede en el mercado internacional. Chicago consolida una baja de 12 U$S/ton en el precio del maíz posición mayo entre el 18 de febrero a 203 U$S/ton y el 27 de febrero a 191 U$S/ton.
Esta baja puede tener explicación en parte por las buenas lluvias en Argentina y en los estados del sur de Brasil; en los aranceles del 25% anunciados por el presidente Donald Trump con fecha de inicio el próximo 4 de marzo; en el posible fin de la guerra Rusia-Ucrania, liberando el mercado de exportación de Ucrania, tercer exportador mundial de maíz; en la baja en el precio del petróleo, y en la consecuente la caída en la actividad económica global.
Un reciente informe del sitio Bichos de Campo indicaba que “los precios del maíz disponible en la región brasileña de Campinas, estado de San Pablo, están subiendo en forma que sorprende a los operadores. El valor de referencia del maíz disponible en Campinas llego a cotizar a un promedio de 251 U$S/ton para registrar una suba del 12,2% en lo que va de febrero”.
“Y según datos oficiales (Conab), la relación stock/consumo interno de maíz en Brasil era de apenas el 2,5% a finales de enero pasado, un nivel nunca antes registrado en ese país, lo que se explica por qué (tal como sucede en Argentina) Brasil está usando sus reservas del cereal para atender compromisos externos”.
Brasil debe esperar el ingreso de la cosecha de maíz tardío hacia mediados del presente año para poder recomponer sus ajustadas reservas. No se descarta que, con la ampliación de los valores FOB regionales, pueda importar cereal argentino para suplir necesidades puntuales.
Como vemos, está empezando a crecer una bola de nieve “alcista” en el mercado de maíz, con muchos frentes y factores abiertos.