Las intenciones de siembra de maíz tardío y/o de segunda en la región núcleo se consolidan, impulsadas por los bajos recuentos de chicharrita y como una estrategia para completar los planes iniciales de siembra maicera, según un reporte e la Bolsa de Comercio de Rosario.
En muchos sectores, la falta de humedad impidió alcanzar los objetivos de las siembras tempranas, reforzando la opción del maíz tardío.
Sin embargo, esta campaña marcaría un retroceso en superficie destinada a esta estrategia de siembra: se estima que el áera caerá 23 puntos p.p. respecto a la campaña pasada, representando un 12% de la superficie total de maíz en la región.
El noreste bonaerense, lidera la intención de siembra con un 25% del área destinada al maíz de fechas tardias, destacándose áreas como San Pedro y Baradero: “este año hemos notado un cambio importante en la proporción de siembra. Lo habitual aquí es un 70% de tardío o de segunda y un 30% de temprano, pero el impacto de la chicharrita nos llevó esta campaña a un reparto 50-50″, explican los asesores.
Avande de siembra
A pesar de que allí hay un avance importante en la implantación del cultivo, algunos lotes esperan lluvias para continuar.
En el noroeste bonaerense, se espera un 15% de maíz tardío. Desde General Pinto, donde ya se implanto un 90% del ceral, advierten que el tiempo apremia: “hoy, 17 de diciembre, ya deberíamos haber terminado. Estamos muy cerca del límite de la ventana óptima”, alertan los productores.
En el centro-sur santafesino, el promedio de siembra tardía es del 10%, aunque localidades como María Susana podrían alcanzar el 30%. Por otro lado, el extremo sur santafesino y el sudeste cordobés muestran intenciones más moderadas, con apenas un 5% y un 10%, respectivamente.
Sin embargo, desde Monte Buey, en el sudeste cordobés, afirman: “vamos a sembrar normalmente”.