La cosecha de trigo en Córdoba podría alcanzar en la presente campaña un volumen de 3,4 millones de toneladas, lo que significa un repunte del 85 por ciento con respecto al ciclo 2020/21, según la primera estimación difundida por la Bolsa de Cereales provincial.
Cabe recordar que el ciclo pasado fue el peor en seis años en Córdoba, producto de la falta de lluvias que llevaron al cereal a totalizar un volumen de apenas 1,8 millones de toneladas.
El crecimiento interanual, en este marco, se debe a esta base de comparación tan baja. De hecho, las 3,4 millones de toneladas proyectadas se sitúan un 13 por ciento por debajo del promedio de los últimos cinco años.
Esta recuperación se debe, en primer lugar, a una mayor siembra, pero más que todo a una fuerte mejora de los rendimientos en relación a los magros valores obtenidos una temporada atrás.
Siembra. En total se sembraron 1,22 millones de hectáreas, un dos por ciento más que en el ciclo previo, de las que se cosecharían 1,14 millones, un 16 por ciento más que hace un año. La diferencia reside es que se calcula un seis por ciento del área que se destinará solo a cobertura.
Rindes. La Bolsa estima un rendimiento promedio provincial de 29,7 quintales por hectárea, que supera en un 60 por ciento a la campaña pasada y en un cuatro por ciento al promedio histórico.
Índice verde. Un parámetro que permite sostener esta hipótesis optimista es que más del 80 por ciento de los lotes está en estado general entre bueno y excelente. La mejor situación se encuentra al sudeste de la provincia, gracias al aporte pluviométrico ocurrido durante octubre.
“Esto se puede observar con claridad en el mapa de índice de vegetación normalizada (NDVI), que concentra valores de anomalía normales, positivos y muy positivos en dicho sector. Por otra parte, en el norte, la falta de agua tuvo impacto negativo en el desarrollo del cultivo”, señala la entidad bursátil.
Garbanzo
La campaña 2021/22 para esta legumbre comenzó con malas noticias: una siembra que cayó 39 por ciento en términos interanuales y 58 por ciento frente al promedio histórico.
La buena nueva la aportaron las lluvias: se proyecta un rendimiento promedio de 20,6 quintales por hectárea, un 75 por ciento superior al del ciclo pasado y 26 por ciento más que la media de los últimos años.
Así, la cosecha repuntaría 26 por ciento frente al año pasado, hasta 50.100 toneladas, aunque se mantendría 42 por ciento por debajo del promedio.
