Las exportaciones a la Unión Europea (UE) de harina de soja representan mas del 30% de las exportaciones totales, conformando uno de nuestros principales destinos de exportación.
Por una nueva normativa, a partir del 1° de enero 2025 no podrán ingresar a ese territorio productos agroindustriales provenientes de zonas que hayan sido deforestadas luego del 31 de diciembre de 2020. Los bienes comprendidos en la medida son aceite de palma, carne vacuna, soja, café, cacao, madera, carbón vegetal y caucho, así como productos derivados de los mismo.
Cabe señalar que la norma, establecida en forma unilateral por la UE podría impactar en forma negativa en todos los países que comercializan con el bloque, y desconoce las leyes vigentes en cada país.
Por esta razón en estos momentos las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE), están paralizadas, a punto tal que no hay ningún registro de poroto de soja y harina de soja para la próxima campaña 2024/2025. Por el momento, las exportaciones de la campaña 2023/2024 podrán ingresar hasta el 31 de diciembre 2024.
Ante esta incertidumbre, y en tanto las negociaciones entre los gobiernos no logren una modificación de la normativa, el sector exportador elaboro el Protocolo Visec, para demostrar que nuestro país cumple con las exigencias y requisito de la Unión Europea.
La plataforma, denominada Visión Sectorial del Gran Chaco Argentino (Visec), fue diseñada por Ciara-CEC y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR); consiste en un sistema georreferenciado que permite realizar a nivel nacional una trazabilidad completa de las partidas de granos desde el campo de origen hasta el puerto de embarque o planta de procesamiento industrial, como exige la norma de la UE.
A esto se suma, la exigencia en segregar físicamente el poroto de soja que ingrese a las plantas procesadoras para luego ser exportada como harina de soja a países de la Unión Europea. Por este motivo, esta semana hubo una reunión entre Ciara-CEC con autoridades de Países Bajos y la Comisión Europea, con el propósito de presentar los avances del sistema Visec en la Argentina y cuestionar estas sobre exigencias de la Unión Europea (UE) en lo que concierne a la segregación de los granos a ser procesados por la industria.
El problema es la segregación del grano de soja
De acuerdo con la información de Ciara, la UE ha tomado nota de este reclamo, pero la segregación física sigue siendo obligatoria según el reglamento europeo. “Seguiremos trabajando junto a la federación de acopiadores, cooperativas y el gobierno argentino para buscar una mesa de negociación con la UE para revisar este y otros aspectos del reglamento que resultan excesivos” , dejando bien en clara la posición de los exportadores en este sentido”, informó la cámara.
El tema de la segregación es de vital importancia en el comercio de granos pues, por un lado genera un sobre costo operativo y, por otro lado es muy difícil poder contar con la disponibilidad de silos suficientes para llevar adelante y poder cumplir con esta exigencia.
Lo que se sabía hasta este momento es que el ingreso de los productores al sistema Visec no tenia costo alguno, pero la exigencia de la UE de segregar generaría un sobre costo y un esfuerzo logístico muy difícil y costoso de implementar. Esto genera un gran malestar en el sector productivo, y una importante incertidumbre sobre la comercialización de la próxima campaña de soja.
Se estima que en el primer año se podrá llegar a los 5 millones de toneladas de soja bajo el sistema Visec, para luego hacerlo extensivo a toda la producción a partir del segundo año.
Fuentes del mercado informaron que los productores que adhieran al sistema recibirán una prima de U$S 6 por tonelada sobre el precio de venta de la soja.
En este sentido hay otros factores que también generan incertidumbre entre los exportadores como la salida del cepo, la posible unificación del tipo de cambio y la posibilidad lejana de una posible baja en las retenciones a la exportación del complejo soja.
