Los mercados agrícolas siguen mostrando malas noticias para los ingresos de dólares en la economía nacional. Es que en Chicago, principal plaza de referencia para los operaciones de soja, maíz y trigo, las cotizaciones mantuvieron este martes su tendencia estable en un escalón de baja.
Apuntalados por compras de oportunidad de los inversores, los precios de la soja mejoraron apenas dos dólares, pero en un valor inferior al que exhibía meses atrás: 531,5 dólares para agosto y 492 dólares para septiembre.
En cuanto a los subproductos, la harina también tuvo un repunte muy parcial (la posición septiembre sumó U$S 2,09 y terminó la jornada con un ajuste de 431,22), mientras que el aceite acentuó las pérdidas (septiembre bajó U$S 19,84 y quedó con un valor de U$S 1.268,29), derivadas de la debilidad del mercado de los aceites vegetales, según la consultora Granar.
De lo poco alcista de la jornada fue el ajuste hecho por el USDA, luego del cierre de la rueda, del estado de los cultivos estadounidenses. En ese sentido, ponderó el 63% de la soja en estado bueno/excelente, por debajo del 65% de la semana anterior, pero por encima del 59% de igual momento de 2021.
En el caso del maíz, luego de operar buena parte de la rueda en baja, los precios tuvieron un repunte técnico, donde inversores y comerciales concretaron compras de oportunidad tras las pérdidas recientes. En concreto, el alza fue de U$S 2,95 en septiembre (pasó de 233,16 a 236,11 dólares)_y subió U$S 2,55 para diciembre.
El trigo volvió a negociarse en baja este miércoles en Chicago y en Kansas, al igual que en el mercado europeo, donde las posiciones septiembre y diciembre del cereal perdieron 5,50 euros por tonelada. En Chigaco quedó en U$S 295,6 para septiembre, por debajo de los U$S 310,85 del viernes pasado.
En genera, dijo_Granar, se mantuvieron como fundamentos bajistas el progreso de la cosecha en el hemisferio Norte y la entrada del grano nuevo en el circuito comercial, que alivia la situación de la demanda y que presiona a algunos vendedores europeos a liquidar un abundante remanente de la campaña 2021/2022.
Además, continuaron siendo bajistas el nuevo retroceso del petróleo y la persistente devaluación del real frente al dólar, que sigue mejorando la competitividad de las exportaciones de Brasil, en momentos donde la demanda de China se mantiene muy calma.
Para el analista Fernando Perosio, con estos precios internacionales y el diferencial del tipo de cambio en la Argentina, donde la brecha supera el 100%, el ánimo del productor agropecuario para operar en los mercados sigue muy afectado.
“El productor vende lo mínimo indispensable”, señaló, aún cuando estimativamente quedan el 45% de la soja y del maíz sin comercializar, agregó. El campo comienza a ver que la disponibilidad de gasoil, en el mejor de los casos, recién aumentaría en agosto, indicó Perosio, otro hecho que afecta a la actividad.
