La gran cosecha de soja que se espera a nivel mundial, con Brasil, Estados Unidos y Argentina como los principales productores de 342 millones de toneladas, el 80% de la producción mundial, y China sin intención de aumentar sus importaciones, incluso bajan de 112 millones de toneladas a 109 millones, son todos factores que alimentan al mercado bajista en Chicago.
Entre noviembre 2023 (481 U$S/ton) y el 17 de diciembre del año pasado (353 U$S/ton), la soja en Chicago acumuló una baja de 128 U$S/ton. Del 17 de diciembre al 9 de enero pasados (367 U$S/ton) el precio de la soja en Chicago aumentó en 14 U$S/ton.
El mercado mundial parecía consolidar los fundamentals bajistas, alimentado por las abultadas posiciones de venta de los fondos de inversión, cuando empezamos a ver el impacto de la situación climática, la sequía en Sudamérica, sobre la tendencia de los precios. Los fondos vendidos van a tener que salir de su posición recomprando los contratos previamente vendidos. Si esa salida de posición de los fondos se produce en pleno momento de la sequía en Sudamérica, podría llegar a generar un nuevo cambio de tendencia en el mercado, en este caso alcista.
La sequía está comenzando a impactar en las principales zonas productoras de soja de la zona núcleo y se extiende hasta el estado de Río Grande do Sul, en Brasil. Este estado produce 25 millones de toneladas de soja, el 15% de la producción total de todo Brasil.
Qué pasa en Argentina
En Argentina, la falta de lluvias durante el mes de diciembre frenó la recuperación de los perfiles de humedad, luego de una primavera medianamente lluviosa. Con la humedad de los suelos recuperada durante la primavera, los productores se largaron a sembrar tanto soja como maíz. El tema es que durante diciembre llovieron en la zona núcleo apenas 35 milímetros, cuando el promedio histórico en esta zona es de 100 a 120 milímetros. Los maíces sembrados en septiembre llegaron a floración en buen estado y con rendimientos potenciales razonables. En cambio, los maíces sembrados a fines de octubre, están en estos momentos en el periodo crítico de prefloración y polinización, sin agua suficiente en el perfil y con temperaturas máximas que podrán provocar daños irreversibles en los rendimientos potenciales.
La situación es mucho más grave para el maíz en el NEA y NOA, donde falta por sembrar el 75% de los cultivos, con la siembra totalmente paralizada por la falta de humedad de los suelos. Para agregar otro factor negativo, los pronósticos para la segunda y tercera semana de enero no indican probabilidad de lluvias Este mismo patrón climático se repite para los estados del sur de Brasil. El fenómeno alcanza entonces una gravedad regional.
En el caso de la soja, estamos a un par de semanas de entrar en el periodo crítico de definición de los rendimientos, de no llegar lluvias, en el corto plazo se podrá perder el primer tercio del periodo de floración, agravándose mucho más de continuar y no cambiar el actual patrón de sequía.
Esta situación fue la principal causa de la suba en el mercado de Chicago en esta última semana. Por este motivo, se deberá seguir bien de cerca la evolución de la sequía en los próximos días y ver como siguen reaccionando los precios.
Mientras tanto, la soja en Argentina mostraba una gran resistencia a la baja, incluso con subas en la posición futura mayo 2025, llegando a 271 U$S/ton y escapando del fantasma de la soja a 260 U$S/ton de un par de semanas atrás. Además, la soja disponible está cotizando a 276,5 U$S/ton, con una prima de solamente 5,5 U$S/ton con respecto a la soja de la nueva cosecha. Dicho de otra manera, la soja nueva está cotizando con un “inverse” (caída) de 5,5 U$S/ton con respecto a la soja disponible.
Este es un factor muy importante, pues los productores que tienen todavía casi 20 millones de toneladas de soja disponible entre sin vender y sin fijar, tienen una gran tentación a no vender ante la posibilidad de baja en las retenciones a la soja.
En este último punto, hay que destacar el error conceptual que tiene el Gobierno, al anunciar que “en algún momento del 2025″ bajara las retenciones a la soja. Con esta definición ningún productor venderá soja, ya sea disponible o futura, a la espera de que bajen las retenciones. Por este motivo pensamos que los productores trataran de vender más maíz y más trigo, reteniendo y frenando la venta de soja hasta el momento que le bajen las retenciones.