La implementación de la baja temporal en los Derechos de Exportación (DEX) a productos agrícolas por parte del gobierno de Javier Milei trazó un panorama diferente para los productores.
Si bien hasta ahora no se observó una ola de venta de granos, la medida, cuya vigencia es hasta el 30 de junio, mejoró los precios y permitió aclarar el escenario. Y para distintos analistas se trata de una señal positiva hacia el futuro.
No obstante, hay una serie de preguntas que todavía flotan en el sector rural. ¿Cuál será el impacto real de la baja?, ¿estarán los productores dispuestos a vender los 15 millones de toneladas de soja que tienen en su poder?, ¿qué sucederá con la rentabilidad más allá de la mejora en los precios?, ¿cuán factible es que el Gobierno extienda esta medida más allá de junio en un año electoral?, ¿las retenciones pueden bajar todavía más?, y ¿si el clima no acompaña?
“Nuestro análisis nos indica que el productor venderá soja disponible solo en el volumen que necesita para cubrir compromisos, pues el horizonte de vencimiento en junio 2025 del nuevo nivel de las retenciones está muy lejos para justificar hacer una venta en forma tan temprana y tan anticipada a lo que pueda ocurrir con el clima, por ejemplo”, escribió en estas páginas el analista de mercados Pablo Adreani.
Baja de retenciones: los precios y la dinámica del mercado
Vale apuntar que en la reducción que dispuso el Gobierno en los DEX, la alícuota de la soja pasó de 33% a 26%, mientras que sus derivados, de 31% a 24,5%; el trigo de 12% a 9,5%; la cebada, de 12% a 9,5%; el sorgo, de 12% a 9,5%; el maíz, de 12% a 9,5%, y el girasol, 7% a 5,5%. En tanto, los productos de las economías regionales como el azúcar, el algodón, el cuero bovino, el tabaco, los derivados de la forestoindustria y el arroz, entre otros, no pagarán retenciones.
El mercado también jugó su partido. En estos días, la soja llegó a cotizar a $ 315 mil la tonelada; el maíz, a $ 220 mil, y el trigo, en torno a los $ 210 mil.
“Son buenos precios internacionales, pero si no tenés rentabilidad, es otra cosa, y tendrás que revisar tus costos como insumos, alquiler, etcétera. Y hacer un ajuste a la baja en estos ítems”, sumó Di Stefano, quien reiteró que “así como el Gobierno nacional tiene que bajar impuestos, los gobiernos provinciales deben bajar Ingresos Brutos porque hacen al costo”.
![El economista Salvador Di Stéfano dio su punto de vista tras la baja de las retenciones. (La Voz)](https://www.lavoz.com.ar/resizer/v2/UR4ZN4HF4ZC5PON7OZVXZZLC6A.jpg?auth=da7bb2dd7d67bf58bcb7832053f50432a9b7169cf46dd08c54cc47fa337731c8&width=1300&height=867)
“La soja tiene tendencia a la baja por los stocks mundiales, por la gran producción de Brasil. Por más que bajes las retenciones, hay un sendero a la baja. Igual, hoy U$S 300 es un preciazo. Pero cuidado que los mercados también juegan. En Argentina hay como una simplificación de los mercados, pero son complejos”, agregó, antes de advertir que el trigo puede seguir recuperando precio, aunque depende de factoras climáticos en el hemisferio norte.
El economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), Gonzalo Agusto, coincidió con Di Stefano en que el maíz “tiene mucho mejor número” que la soja. Pero recordó que en Córdoba, producto de la chicharrita que lo afectó el año pasado, cayó la superficie implantada (-27% del cereal) en la actual campaña. Mientras que el área con soja crecerá 21%.
“Va a sobrar soja con la supercosecha de Brasil y con la cosecha promedio de Argentina. Y veremos qué pasa con China, que si decide no comprarle a Estados Unidos, seguramente le compra a Brasil”, sostuvo.
“Hay que prestar atento al contexto mundial porque acá los números son negativos en soja, pero también son negativos en Estados Unidos sin Derechos de Exportación”, aclaró el economista de la BCCBA.
Con respecto al trigo, hay cautela por si el clima no acompaña en la siembra para la próxima campaña.
“Tenemos que ver cómo se desenvuelve el mercado, los productores no salieron a vender de manera apresurada”, consignó el economista de Data Miazzo, David Miazzo.
“En términos reales, los precios son buenos. Y se combinan con una apreciación del peso”, agregó.
“Son buenos precios internacionales, pero si no tenés rentabilidad, es otra cosa, y tendrás que revisar tus costos como insumos, alquiler, etcétera. Y hacer un ajuste a la baja en estos ítems”, sumó Di Stéfano, quien reiteró que “así como el Gobierno nacional tiene que bajar impuestos, los gobiernos provinciales deben bajar Ingresos Brutos porque hacen al costo”.
Sin una ola de ventas
El costo fiscal estimado por el Gobierno por la baja en las retenciones es de unos U$S 800 millones, aunque cálculos de privados señalan que podría oscilar entre los U$S 839 millones, en caso de que no se acelere la liquidación de divisas, y los U$S 1.162 millones, en caso de que se acentúe.
Según los expertos, los 15 millones de toneladas de soja que quedan por vender de la campaña 2023/2024 representan unos U$S 6 mil millones.
“La decisión de vender el productor la tiene que tomar en función del contexto y no por la baja de retenciones”, apuntó Di Stéfano.
![Según el titular de la consultora Data Miazzo, David Miazzo, el cambio en la normativa respecto al plazo en las DJVE genera un costo financiero y un riesgo para las empresas. (Imagen: Internet)](https://www.lavoz.com.ar/resizer/v2/6OPW5QKXPZAPTIWHQUWRI4DMWQ.jpg?auth=a58b250fc617925a96641b27a2ffa91436898f36ddfad7b31858183266719d68&width=708&height=670)
Al ser consultados de si se trata de una medida con plazo, como anunció el Gobierno (el 30 de junio) o no, los economistas consideraron posible que se extienda más allá de mitad de año, pues a partir de julio y hasta diciembre es la etapa de menos liquidación de cosecha.
“Creo que van a mantener la medida, hay que ver cómo llegamos a junio. Pero no me parece que vayan a bajar más puntos. Veremos cuando el déficit cero sea permanente. Quizás lo revean a partir de 2026, con la economía consolidada”, opinó Agusto.
“Tengo la impresión de que es una medida permanente que anunciaron como temporal con el objetivo de incentivar ventas más rápidas y generar expectativa a futuro. Claramente tuvo un objetivo cambiario, el ingreso de dólares”, dijo Miazzo.
Para Di Stefano, por su parte, debe tenerse en cuenta que en octubre de este año se celebrarán elecciones de medio término. “Hay que estar atento a las elecciones. No es un detalle menor. ¿Es correcta la baja de retenciones? ¿Seguirán? Como Salvador persona, te respondo: ‘el Gobierno tiene que bajar las retenciones porque a los productores no les dan los números’. Ahora, como consultor, digo que la baja puede permanecer un tiempo más, pero que no pidan más”, cerró.
Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior
Un tema no menor es el nuevo marco regulatorio, que introduce una serie de pasos que los productores deben seguir al registrar sus Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) en el Sistema Informático Malvina (SIM).
“Los exportadores deberán validar, al momento del registro, que al menos el 95% de las divisas correspondientes a la declaración han sido liquidadas o lo serán dentro de los próximos 15 días hábiles”, sostiene el decreto publicado por el Poder Ejecutivo.
El Ministerio de Economía señaló que, vencido el plazo de los 15 días, se deberá tributar la alícuota del derecho de exportación que estaba vigente antes de la baja.
“Hay un conflicto con el nuevo régimen entre el Gobierno y los exportadores, porque les pide que adelanten los fondos con la DJVE por un plazo de los 15 días. Y ellos dicen que hay un costo financiero. Se tienen que sentar a hablar y arreglarlo”, indicó Di Stefano.
“Lo de la DJVE es un limitante”, juzgó Agusto.
“Esto genera un costo financiero y un riesgo para las empresas. El ruido es si el exportador asume ese riesgo, es decisión del exportador. Yo creo que va a decidir tomar ese riesgo porque hay capacidad instalada para procesar harina de soja”, cerró Miazzo.