En su último informe de oferta y demanda mundial, el Usda (Departamento de Agricultura de EE.UU.) no produjo ningún cambio en la producción de soja y de maíz en Brasil.
Sabemos que el gigante sudamericano está atravesando un prolongado período de sequía con elevadas temperaturas en los tres principales estados productores del Centro Oeste (Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Goiás).
Por este motivo, llama la atención que el Usda haya mantenido sin cambios sus estimados de producción para el vecino país. En el caso de la soja, el organismo estima un volumen de producción de 169 millones de toneladas, contra 153 millones de la campaña previa 2023-24.
La Conab (Comisión Nacional de Abastecimiento) está proyectando un volumen de producción de 166 millones de toneladas, tres millones por debajo de los 169 millones de toneladas proyectados por el Usda.
De confirmarse este volumen de producción, Brasil se consolida como el primer productor mundial de soja, superando los 125 millones de toneladas que produce Estados Unidos. Lo que es más importante todavía, las exportaciones de soja de Brasil 2024-25 se proyectan un récord de 105 millones de toneladas, más que duplicando los 50 millones de toneladas que se estiman de Estados Unidos.
Argentina no es relevante como exportador de poroto de soja. Sus volúmenes no llegan a superar los cinco millones de toneladas. Y esto es así, pues la mayor competitividad de Argentina se sustenta en las exportaciones de harina de soja y de aceite de soja.
Para 2024-25, se proyecta que nuestro país exporte un total de 27,3 millones de toneladas de harina de soja, recuperando el primer lugar como exportador luego de sufrir la fuerte baja de producción de soja como consecuencia de la sequía del 2024 y la caída de la molienda y la producción de harina.
En segundo lugar, como exportador de harina de soja le siguen Brasil con 20,5 millones de toneladas y Estados Unidos en el tercer lugar con 15,9 millones de toneladas. En las exportaciones de aceite de soja, Argentina se consolida como el primer país exportador con 5,5 millones de toneladas, seguido por Brasil con 1,4 millones y, muy detrás, Estados Unidos, en el tercer lugar, con apenas 270 mil toneladas.
Maíz: la proyección del Usda
En el caso del maíz, el Usda proyecta para Brasil 127 millones de toneladas con un saldo exportable de 49 millones de toneladas. Una caída de cinco millones de toneladas con respecto a la producción 2023-24 de 122 millones de toneladas, y exportaciones por 46 millones de toneladas.
En el ranking mundial Estados Unidos se consolida como el primer exportador con 59 millones de toneladas, con Brasil en segundo lugar con 49 millones de toneladas, Argentina tercero con 36 millones de toneladas y finalmente Ucrania, en el cuarto lugar, con 23 millones de toneladas.
En el caso del maíz, hay dos frentes abiertos que generan incertidumbre, y en ambos casos se relacionan con el clima en dos de los principales países exportadores, Brasil y Argentina.
En el caso de nuestro país, el factor climático ya produjo una fuerte caída en la superficie de siembra de los maíces de siembra temprana. La misma es irrecuperable, pues ya se consumió la ventana de siembra. De acuerdo con distintas fuentes, la superficie de maíz temprano habría caído entre 1,5 y 1,8 millones de hectáreas.
Un golpe muy fuerte para la producción y saldo exportable, que impacta en forma negativa en la caída en la producción y el ingreso de maíz de cosecha temprana, en los meses de febrero-marzo-abril.
Este bache en el ingreso de maíz nuevo es el principal factor alcista para los precios en los meses previos a la cosecha. Es decir que el ingreso de maíz de la nueva cosecha 2025 recién se va a producir a partir de mayo-junio-julio, cuando comience la cosecha de maíz tardío o de segunda, siempre y cuando se produzcan lluvias de magnitud durante la segunda quincena de octubre y primera de noviembre que permiten que se siembre.
