El terror que invadió la ciudad de Rosario en los últimos días empezó a afectar el normal flujo de comercialización y embarque se granos en el principal polo agroindustrial del país.
“El que avisa no traiciona”: nueva amenaza narco contra Pullaro
“Ayer fui a Punta Alvear y tuve que pasar por el costado de Villa Gobernador Galvez, donde están los narcos. Antes que yo llegara le habían tirado piedras a un camión y le habían roto el parabrisas, y a otro le tiraron un tiro”, relató una camionera, según consignó Clarín Rural, y agrega que el hecho ocurrió alrededor de las cinco de la tarde, en el momento en que la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich se encontraba en el peaje de General Lagos.
Un video que circuló en la red social Tik Tok con una serie de audios de transportistas relataba el mismo episodio y sumaba otros detalles. “Hoy a mi hermano le cagaron a tiros el parabrizas en Punta Alvear, a él y a cinco camiones más. No pasó nada pero les tiraron a pegar”.
Según el relato no se trataba de un intento de robo sino de una clara amenaza o intento de homicidio. “Te cruzan la camioneta y te tiran a matar, no es que tiran al lado del acompañante”, describe.
Ciudad paralizada
Rosario, ciudad de casi un millón y medio de habitantes, la tercera ciudad más grande del país, amaneció este lunes prácticamente paralizada. No funcionan los colectivos ni trolebuses, tampoco los taxis. Además, no hay recolección de residuos; las estaciones de servicio limitaron su atención; los establecimientos educativos no abrieron, tanto primarios como secundarios y terciarios.
Y ahora el terror afecta el flujo de granos a los puertos y pone en aprietos a la principal fuente de ingreso de divisas del país.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, ayer ingresaron a los puertos de esa ciudad 1628 camiones con granos y el acumulado del año supera los 113.000. Habrá que observar de cerca la dinámica de las próximas semanas para saber si el miedo también caló hondo en los transportistas y en el polo agropindustrial.
Mientras tanto, las autoridades municipales, provinciales y nacionales acordaron un Comité de Crisis para intentar dar una solución. Sin embargo, la violencia no hizo más que escalar.