En diciembre último, la faena se ubicó en los 56.200 cabezas diarias, casi al mismo nivel de noviembre, pero por debajo de los envíos de octubre (59.100 cabezas) y del pico de 65.500 animales diarios de julio del 2023.
Sigue, de manera llamativa, baja la faena de novillos, que en diciembre promedió las 12.800 cabezas diarias, el mismo nivel de noviembre, pero un 24% por debajo del máximo anual registrado en junio, cuando los envíos de esta categoría promediaron las 16.750 cabezas/día.
Se sacrificó mucho novillo y novillito por adelantado a causa de la seca, y se estaría verificando una retención estacional, favorecida por el estado de los campos, la escasez y alto precio de la reposición y la elevada incertidumbre, que invita a diferir las ventas. “Parte de la escasez es por la retención de primavera, haciendo kilos baratos, pero gran parte es a causa de que los novillos no están”, aseguran los ganaderos.
En cuanto a los envíos de vacas, bajan levemente en diciembre –por razones estacionales– con respecto a noviembre, pero con 10 mil animales diarios los envíos se ubican lejos del pico anual de abril pasado, que fue de 16.500 vacas por día. La faena de vacas ha bajado, pero está todavía un 13% más alta que un año atrás.
Para 2024 puede esperarse una oferta muy ajustada de vacas -que todavía puede bajar más- y de novillos, que pueden presentar en marzo-abril una leve recuperación con respecto a los muy bajos niveles actuales.
Los números de la exportación 2023
Durante el año 2023 la Argentina habría exportado unas 945 mil toneladas res con hueso, un 4,9% más que el año anterior y el volumen más alto desde 1924, año en que se embarcaron 981 mil toneladas, el nivel más alto de la historia.
Si se excluye de los registros el hueso con carne, que las estadísticas oficiales incluyen, la participación de la exportación en el total de la carne producida en el 2023 habría sido del 25%.
El 77,8% del volumen exportado en el 2023 se destina a China, el 5,5% a Israel, el 2,6% a Alemania, el 2,8% a Chile, el 3,5% a Estados Unidos, el 2,4% a Países Bajos y el 0,8% a Brasil. En términos de dólares, la participación de China baja al 60%, mientras que Alemania tiene un 9%, Israel un 8,2%, Países Bajos un 5,7%, Chile un 5% y Estados Unidos un 4,7%.
Durante el año que acaba de terminar, la exportación de carne vacuna –incluyendo el hueso con carne– habría totalizado los 2.700 millones de dólares, un 22% menos que en el 2022, consecuencia esto de una caída en el precio FOB promedio del 27%.
En el período 2012/2015 (apogeo de la política ganadera “K”), las exportaciones de carne vacuna promediaron las 200 mil toneladas (res con hueso); desde entonces, los embarques han aumentado casi continuamente, estabilizándose en el 2020-2023 alrededor de las 900 mil toneladas anuales.
Nos preguntan: si Argentina pretendiera aumentar sus exportaciones el año 2024, ¿de dónde saldría la carne?
Puede estimarse que en 2024 la producción de carne de la categoría novillo sería de unas 890 mil de toneladas, y la producción de carne de vaca del orden de las 660 mil toneladas. En algunos momentos del auge exportador durante los últimos dos años, la necesidad de captar materia prima llevó a los frigoríficos exportadores a faenar novillitos y vaquillonas pesadas, categorías propias del consumo.
Hace dos años, algunas plantas exportadoras desbordadas por la demanda china, llegaron a proveerse de novillitos y vaquillonas de feedlot. Esto se podría repetir en los años próximos.
