Después de casi diez meses de caída ininterrumpida de los precios reales, el mercado ganadero muestra señales de reanimación.
Por el lado del consumo incide tanto la paulatina recuperación de los ingresos de la población, como el fuerte atraso del precio real de la carne vacuna al mostrador, y su notable competitividad en relación a otros alimentos.
Por el lado de la exportación, está pesando la importante mejora de los valores a los que se vende a China y la reanudación de las faenas con destino a Israel, que mejora la integración de la res.
El consumo dice que no hay espacio para subas importantes del precio de la carne y la exportación dice que, pese a la mejora de los valores que paga China, se sigue perdiendo plata.
Toda esta incipiente mejora en el precio de la hacienda se está dando en el contexto de una faena diaria cuyo promedio de los últimos 100 días es muy parecido al del año pasado, momento en que era alta faena a causa de la seca.
Más oferta, más demanda. Precios que luego de un largo retroceso insinúan una recuperación.
Precios relativos
En los 12 meses que van desde el 1° de noviembre de 2023 hasta el 31 de octubre de 2024, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 193%, el precio del novillo en Cañuelas se incrementó un 133%, el precio del ternero de invernada un 123% y un Índice Ponderado de Insumos Ganaderos un 146%.
El precio de la hacienda se rezaga con respecto a la inflación, y los insumos ganaderos (Personal, Praderas, Verdeos, Alambre, Silaje, Maíz, Rollo, Gas-oil) suben por debajo de la inflación, por el efecto moderador del “crawling peg” del 2% mensual sobre los costos ganaderos.
En junio último, el Índice de Insumos Ganaderos subió un 7,5%, pero luego en julio lo hizo un 2,6%, en agosto un 2,3%, en septiembre un 1,7%, para subir solo un 0,6% en octubre.
El precio del ternero de invernada, a moneda constante, se redujo un 22% durante el último año, ubicándose ahora un 2,5% por debajo del promedio del período 2005-2023, y un 32% por debajo del valor de mayo de 2022, el pico máximo contemporáneo.
En cuanto al valor del novillito gordo, cotiza hoy a moneda constante un 8,4% por debajo del promedio del período 2005-2023.
Poder adquisitivo
Al retrasarse en los últimos meses el precio de la carne al mostrador, sigue recuperándose –todavía lejos de los promedios históricos– el poder adquisitivo de los salarios registrados, en términos de carne vacuna.
Durante la presidencia de CFK con un sueldo promedio registrado (Ripte) se podían adquirir en promedio 171 kilos de carne vacuna (Indec, 5 cortes), mientras que durante el período de Macri se compraban 169 kilos de carne, cayendo este índice a 139 kilos durante la presidencia de los Fernández (2019-2023).
En enero de 2024 el índice se reduce a un mínimo histórico de solo 90 kilos, para recuperarse luego por ocho meses consecutivos y tocar en septiembre último un poder de compra de 133 kilos.
Como la recuperación de los salarios de los trabajadores registrados tiende a desacelerarse, y el precio de la carne al mostrador –después de haber caído mucho– tendería en los próximos meses a subir por encima de la inflación, es probable que el poder de compra de los salarios registrados tienda a estabilizarse o experimente algún leve retroceso.
Según el Indec, se estaría registrando además en los últimos meses una recuperación de los salarios reales de los trabajadores privados “no registrados” o informales, salarios que hoy se ubican a moneda constante todavía bien por debajo de noviembre pasado.
Más rezagados aún están los sueldos del sector público.