La serie histórica de gasto en carne vacuna (kilos consumidos por precio al mostrador) tiene su valor más bajo en el año 2003, con unos $ 309.000 anuales, después de la intensa recesión provocada por la mega devaluación de 2002. Este indicador mejora a lo largo de la década siguiente, hasta tocar el máximo nivel histórico en 2010, con un gasto de los argentinos en carne vacuna de $ 503.000 anuales. Acá se da la combinación de una ingesta todavía alta (57 kg per cápita) con un precio de la carne –y del ganado– muy altos, después de la depredación K, de la ganadería, de los años 2008–2010.
Luego este indicador ha ido bajando a lo largo de la década de 2010, hasta tocar un piso en 2019, con $ 344.000 de gasto anual (a pesos de hoy) en carne vacuna.
Durante la presidencia de CFK el gasto promedió los $ 457.000 mil anuales, y en la de Macri los $ 387.000 por habitante y por año.
Mirando la historia reciente, se observa que en el 2023 el gasto se ubicó en los $ 433.000 anuales.
El año 2024 comenzó con un gasto en enero (equivalente anual) de $ 474.000 –residuos del “plan platita”–, para caer ininterrumpidamente en los meses siguientes, hasta tocar un piso de $ 325.000 en noviembre pasado. Acá se combinó una ingesta reducida con un precio real de la carne al mostrador muy bajo, después de seis meses de caída.
En enero del 2025, con un aumento del consumo per cápita y con una suba significativa del precio al mostrador, este indicador del gasto estaría en el orden de los $ 400.000 (equivalente anual), mejorado con respecto a los bajísimos niveles de mediados de 2024, pero lejos todavía de los promedios históricos.
Ciclo
¿En qué momento del ciclo ganadero nos encontramos? La participación de las hembras en la faena se mantiene alta (46,2% en enero), pero dentro de este índice vemos que la oferta de vacas se ha ido reduciendo significativamente, al punto que la faena diaria de enero del 2025 se ubica bien por debajo del registro de los años 2023-2024 e iguala el registro de enero de 2022, último año “normal”.
De acuerdo a la tendencia de los últimos meses, la matanza de esta categoría en 2025 no sería propia de un período de liquidación.
En el comienzo de 2025 sigue muy alta la faena de vaquillonas, en niveles sorprendentemente elevados, por arriba de los años previos.
Los datos provisorios de la Segunda Campaña de Vacunación contra la Aftosa estarían mostrando una caída del 5% en el stock de esta categoría, lo que confirmaría que estos niveles de extracción depredan las existencias de vaquillonas.
La oferta de novillos para faena, más estable, ha caído un escalón a lo largo de 2024 y ahora se mantiene en unos 13,4 miles de novillos diarios. Por último, la faena de novillitos ha bajado también, pero a pesar de ello se mantiene alta.
Un dato a tener en cuenta es que nuevamente habrían caído las existencias de novillos en diciembre último.
En resumen: en enero la faena diaria cae un 2% en relación a igual mes del año pasado, con una faena baja de vacas, con una oferta de novillos estabilizada –en bajos niveles–, y una oferta todavía alta –declinando estacionalmente– de novillitos y vaquillonas.
La retención todavía no aparece: el stock ganadero no crece e inclusive podríamos tener alguna sorpresa negativa en el número de cabezas del rodeo nacional calculado a diciembre de 2024.