Una oferta ganadera restringida por la incertidumbre, un consumo que retrocede y una exportación que aguarda los cambios en la política cambiaria que vendrían después de las elecciones rigen el escenario comercial.
Los embarques se están recuperando mes a mes, pero este promisorio panorama está condicionado por el eventual cambio de la política importadora para la carne vacuna de China, que se dará a conocer en noviembre. La demanda internacional presenta una gran firmeza, pudiéndose afirmar que “hay vida fuera de China”.
Si se toman los principales insumos ganaderos, y expresándolos en kilos de novillo (según el Mercado Agroganadero de Cañuelas), para septiembre de los años 2019 a 2025 se observa que el gasto en personal se ubicó en septiembre último un 16% por debajo del promedio de los años 2019-2024; una hectárea de pastura requirió un 21% menos de kilos de novillo que en los años 2019-2024 y para hacer una hectárea de verdeo de invierno se necesitó un 22% menos de kilos.
En cuanto a los kilos necesarios para hacer una hectárea de silaje de maíz (implantación y confección), se necesitó un 11% menos, para la confección de un rollo se necesitó un 22% menos y para comprar una tonelada de maíz se requirió un 35% menos de kilos de novillo, siempre con respecto al mes de septiembre de los años 2019-2024. Siguiendo con la comparación, para comprar un rollo de alambre se requirió un 1,4% menos de kilos y para comprar un litro de gasoil un 24% menos de kilos de novillo. La conclusión es que mejora del poder de compra de la hacienda en término de insumos.
Entre septiembre de 2024 y septiembre pasado, un índice ponderado de insumos ganaderos (personal, pasturas, verdeos, rollos, maíz, alambre, gasoil, silaje de maíz) se incrementó un 32%, mientras que la cotización del novillo en el Mercado de Cañuelas subió un 67%.
Nuestro índice de insumos ganaderos había subido 1,9% mensual en julio, saltó un 9,8% en agosto y se incrementó un 1,9% en septiembre. Este indicador ha mostrado en los últimos años una elevada correlación con la evolución del dólar comercial. La intensificación, en ganadería, se encuentra con la dolarización de los costos de producción.
En los últimos años, en momentos de mucha incertidumbre política y económica, la oferta ganadera suele retraerse y la faena cae. Es lo que pasó en el mes de septiembre último, cuando los envíos a faena promediaron los 51 mil animales diarios, bien por debajo de agosto último (58,7 mil por día) y de septiembre del año pasado, cuando se enviaron a faena 58 mil cabezas diarias (-12%).
De acuerdo con la tendencia observada en los primeros nueve meses del año, la faena del año 2025 totalizaría los 13,75 millones de cabezas, un 1,3% por debajo del 2024, revelando una tasa de extracción (faena/stock) que determinaría una nueva reducción del stock en relación con el 31 de diciembre pasado. Sin embargo, esta caída de las existencias sería menor a la del año anterior.
Este año se reducirían en un 8% los envíos a faena de vacas, pero subirían los de vaquillonas (3%) y novillitos (1,6%). Se registra una estabilidad –dentro de niveles históricamente muy bajos– de la faena de novillos, que se incrementaría solo 0,1% en el año en curso.
La suba del peso medio de faena, que hoy se ubicaría en los 234 kilos, unos cuatro kilos por encima del año pasado, contribuiría a lograr una producción de carne del orden de los 3,18 millones de toneladas, al mismo nivel del año pasado.