La primera campaña de vacunación antiaftosa de 2021, realizada a principios de año, confirmó la tendencia a la baja que viene sufriendo el stock bovino en los últimos años, luego de la recuperación que había exhibido entre 2015 y 2018.
En el caso de Córdoba, la caída fue del 1,9 por ciento. Según los datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), las existencia bovinas pasaron de los 4,97 millones de cabezas de 2020 a 4,87 millones actuales. En otras palabras, 100 mil ejemplares menos.
Así, el stock actual en esta provincia se posicionó en el escalón más bajo desde 2015, cuando se reportaron sólo 4,74 millones cabezas.
El derrumbe que sufrieron las existencias a lo largo de las últimas dos décadas, producto de las intervenciones al mercado de la carne, la expansión de la frontera agrícola y las limitaciones que impone la ley de bosques, queda patente al observar que hace 18 años la cifra superaba las siete millones de cabezas.
Pesados
En este contexto, al desagregar los datos por categoría se advierte que los novillos fueron los mayores perdedores dentro de este contexto de achique de las existencias.
A la par, la curva descendente fue menor para los novillitos, lo que constituye un muestrario claro de la transformación del negocio de la carne en Argentina, que en las últimas décadas perdió su perfil exportador para enfocarse más en el consumo interno, que demanda animales menos pesados.
Y cuando el comercio exterior volvió a repuntar en los últimos años, lo hizo principalmente en la categoría de vacas, por lo que los novillos no acompañaron ese repunte.
Los datos del Senasa muestran que hasta 2005 llegó a haber más de 900 mil novillos en Córdoba.
Desde ese entonces comenzó la curva descendente que se hizo más pronunciada a partir de las intervenciones del kirchnerismo al mercado cárnico.
Para 2010, el stock de novillos había descendido a poco más de 500 mil ejemplares, para tres años después bajar hasta las 300 mil cabezas que han sido el promedio desde entonces.
En esta primera campaña 2021 de vacunación, el Senasa detectó 281.220 novillos, lo que significa un piso para los últimos 18 años (con la salvedad de que los datos de 2011 y 2014 no están cargados en la página del organismo), y una pérdida de casi 16 mil con respecto al año pasado.
Livianos
Los novillitos, en cambio, luego de caer desde más de 700 mil ejemplares, al principio del siglo, a un piso de 425.358 en 2012, comenzaron a repuntar y en el último ciclo.
Ahora totalizan 511.538 cabezas, 18 mil menos que un año atrás, pero por encima del promedio de década.
Si se elabora una relación novillo/novillito también queda claro cómo cambió la conformación del stock bovino ante la transformación del mercado cárnico argentino.
En 2003, había 1,2 novillos por cada novillito; en 2010, el indicador ya había bajado a 1,07.
Pero a partir de 2012, la ecuación se revirtió: ese año, la relación fue de 1,3 novillitos por cada novillo. En las últimas dos campañas, en tanto, se profundizó hasta 1,8 ejemplares livianos por cada pesado.
En otras palabras, en la actualidad hay casi el doble de novillitos que novillo.