Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda), las exportaciones mundiales de ganado bovino en pie totalizaran en 2025 los cinco millones de animales, mostrando un volumen estancado desde hace 15 años. El valor de este comercio global puede estimarse en unos U$S 5 mil millones anuales, contra unos U$S 60 mil millones en que puede calcularse el valor de la carne bovina comerciada.
El principal exportador de hacienda en pie es México, que coloca 1,39 millones de animales en EE. UU., seguido de Australia, que envía unos 825 mil animales al sudeste asiático –principalmente Indonesia– y a Medio Oriente. Otro gran exportador de ganado vivo, desde hace décadas, es la Unión Europea, que ubica unas 800 mil cabezas anuales en el norte de África y en Medio Oriente.
También es importante el volumen de hacienda –760 mil cabezas, casi todas para faenar– que Canadá le vende a EE. UU., destinadas a los grandes frigoríficos estadounidenses que están próximos a la frontera con Canadá. Brasil, que es relativamente nuevo en este negocio, está vendiendo unas 400 mil cabezas anuales al norte de África, Medio Oriente y Asia. Después de muchos años, Australia reanudó hace unos días sus exportaciones de ganado vivo a México, y estudia vender hacienda en pie a los EE. UU.
Una atención especial merece el caso de Uruguay, que este año exportará unas 400 mil cabezas en pie. Se trata en su mayoría de machos enteros, de razas británicas, aunque también se exportan terneros castrados, pero en una baja proporción, a menudo para completar la carga de un buque. Exporta también ganado para faena, de unos 400 kilos y vaquillonas preñadas Angus o Hereford, terneras de esas mismas razas, y terneras y vaquillonas Holando.
El ternero sin castrar en las ferias y en directo vale más que el ternero castrado. En el 2024, según el INAC, los animales exportados pesaron en promedio 300 kg y se pagaron unos U$S 3 FOB por kilo vivo.
La hacienda se va acopiando en los feedlots “cuarentenarios”, donde se les hace un tratamiento sanitario y se les enseña a comer balanceado, la misma ración que comerán en el barco y luego en los feedlots de destino. El viaje a Medio Oriente dura entre 30 y 35 días, y los barcos –transportes especializados– cargan entre ocho mil y 28 mil animales bovinos cada uno.
La demanda que tiene Uruguay por animales en pie es variable año a año, dependiendo en gran medida de los cupos y los permisos de importación de carne vacuna y animales vivos emitidos por el Gobierno de Turquía, el principal demandante, mercado en el que la carne localmente vale U$S 11 por kilo de novillo en gancho, y el precio está en alza.
En 2021, Uruguay embarcó a todo destino unos 261 mil animales vivos; en 2022, 76 mil; en el 2023, 245 mil animales, y en el 2024, unas 300 mil cabezas. Este año se presenta un mercado muy activo, con nuevos compradores como Israel y Argelia. La tendencia, tanto en volumen como en precios, es a la suba: la demanda internacional por carne vacuna está muy firme y esa firmeza se extiende al comercio de ganado vivo.