En los primeros cuatro meses del año, la faena de ganado vacuno totaliza los 4,33 millones de cabezas, lo que resulta casi igual a la de enero-abril del año pasado.
De continuar esta tendencia insinuada en los primeros meses, la faena de 2025 apuntaría a los 14 millones de cabezas, por encima de los niveles de equilibrio, que pueden estimarse en unos 13,5 millones de animales.
También de continuar esta tendencia, a fines de 2025 volvería a caer el número de vacas y vaquillonas en el rodeo. Debe recordarse que el año pasado, con una faena de 14 millones, el stock ganadero cayó 1,16 millones de cabezas.
El peso medio por animal faenado, que promedia los 229 kilos en enero-abril, se ubica unos tres kilos por encima del promedio de los años 2015-2024. El indicador está lejos de los rendimientos por res que se obtienen en Uruguay o en Brasil, donde, partiendo de niveles muy bajos hace unos años, en la actualidad ya superan los 260 kilos.
En Australia, este indicador supera los 300 kilos de carne por animal y en Estados Unidos, los 440 kilos por res en el caso de los novillos, y de entre 380 y 400 kilos en el caso de las vaquillonas.
El destete 2025 sería igual al del año anterior, con una relación ternero/vaca recuperada con respecto al año de la seca, pero con un menor número de vientres en el stock.
Es cierto que la productividad del rodeo de cría ha mejorado, pero el número de terneros por destetar, que en ocho oportunidades –en los últimos 20 años– ha superado las 15 millones de crías, este año no llegaría a ese registro, porque ha caído el número de vacas. Estas son más productivas, pero pesa decisivamente que hay 600 mil menos que hace dos años.
Las exportaciones de carne vacuna en 2025 rondarían entre 700 mil y 750 mil toneladas, entre un 19% y un 25% menores que la cantidad del año pasado.
La participación de la exportación en la demanda total caería del 30% en 2024 al 23% este año. Los precios internacionales de la carne están mejorando (10-15%), pero no alcanzan a compensar el efecto que sobre los ingresos de los exportadores tiene el notable fortalecimiento del peso.
El momento del “feedlot”
Al 1° mayo, las existencias de ganado en los feedlots alcanzaban los 1,93 millones de cabezas, un 7% más que en mayo del año pasado y un 15% más que el mismo momento de hace cuatro años.
Es una clara tendencia al crecimiento, con una participación en aumento del ganado terminado a corral en el total de lo faenado. El año pasado, según Senasa, salieron de los corrales cinco millones de cabezas sobre el total faenado de 14 millones de animales, o sea una participación del 35%. Los feedloteros aseguran que este registro subestima la participación real del corral en la faena.
Según la Cámara de Feedlot, a principios de mayo, la utilidad bruta (antes de impuestos y sin incluir el costo financiero) de un ciclo de engorde de los 180 a los 320 kilos era de $ 90 mil por animal, lo que mostró números positivos por cuarto mes consecutivo.
El costo por kilo ganado en el corral se calcula en $ 2.172. Se observa, tanto en 2023 como en 2024, un período de resultados positivos, que va de marzo a julio, y otro de pérdidas económicas en el resto del año, con un rojo marcado en octubre-diciembre.
Fue en ese período cuando la oferta de ganado liviano gordo era abundante y la escasez de invernada lleva los valores de terneros y terneras a altos precios reales. El año pasado, el feedlot dio utilidades desde marzo-abril hasta julio inclusive y pérdidas desde agosto hasta enero de ese año.