La ganadería bovina constituye uno de los pilares históricos de la economía argentina, sostener la capacidad productiva sector requiere esfuerzo constante y significativo. En la campaña 2010/2011, Crea, junto a la Mesa de Enlace, realizó un estudio cual se estimó el desembolso total del sector ganadero.
A partir de datos de la Revista Márgenes Agropecuarios, informes de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) y estimaciones propias, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) realizó un análisis, generando una estimación de la movilización de recursos del sector en el año 2025.
Como resultado, se proyecta que este año entre gastos e inversiones, el sector ganadero bovino invertiría U$S 20.322 millones. Si bien los resultados son preliminares y están sujetos a refinamiento, la BCR aseguró que ofrecen una aproximación a la magnitud de la movilización de recursos de este sector.
Componentes del gasto y la inversión
El stock ganadero que comenzó en 51,6 millones de cabezas, define un punto de partida físico para la cuantificación de los desembolsos.
El modelo de estimación de gastos que realizó la Bolsa abarca cinco grandes rubros: gastos directos, gastos de comercialización, gastos indirectos, inversiones en bienes durables y reposición de hacienda.
Gastos directos
Este componente corresponde a aquellas erogaciones operativas intrínsecamente ligadas al proceso de producción ganadera. Para este año se espera que los gastos lleguen a U$S 4.117 millones. El principal componente de costos, es el rubro de Alimentación (73% del total). El componente se desagrega en U$S 1.926 millones destinados a suplementación y U$S 1.060 millones a pasturas y verdeos.
Los desembolsos directos restantes se componen de gastos de personal (US$ 688 millones) y sanidad (US$ 443 millones).

Gastos de comercialización
El segundo rubro corresponde a los Gastos de Comercialización, los cuales agrupan las erogaciones necesarias para la venta de la hacienda.
Se proyecta que estos desembolsos lleguen a U$S 755 millones en 2025. Este monto se desagrega en dos componentes principales: las Comisiones por ventas, que representan el 62,4% del total (U$S 471 millones), y los gastos de Transporte, que explican el 37,6% restante (U$S 284 millones).
Las estimaciones tienen en cuenta todas las modalidades de operación del sector, incluyendo mercados concentradores, remates feria, “gancheras” y ventas directas. Por su parte, el costo de transporte cubre los traslados de animales tanto entre establecimientos como hacia las plantas de faena.
Gastos indirectos
En tercer lugar, se cuantifican los gastos indirectos, proyectados en U$S 4.475 millones para 2025. En esta categoría el principal gasto es en Estructura y Administración, estimado en U$S 2.827 millones, que se origina por la necesidad de mantener los establecimientos en condiciones para que una empresa funcione.
Finalmente, el ítem de Financiamiento completa la categoría, con una proyección de US$ 251 millones.
Inversiones en bienes durables
Se proyecta que este componente sea de U$S 1.021 millones. La cifra representa la erogación estimada para la reposición y adquisición de activos fijos, e incluye los desembolsos en maquinarias, mejoras de infraestructura, compra de pickups, entre otros conceptos.
Reposición de hacienda
El último y más significativo componente del desembolso total es la reposición de hacienda. Esta categoría, que se proyecta en U$S 9.954 millones para 2025, es fundamental para capturar el flujo de costos entre las distintas etapas productivas.
El importe tiene en cuenta dos elementos claves: el costo operativo de reposición de terneros que la invernada y los engordadores le compran a la cría; por otro, incluye la reposición de vientres, la cual se estima en un 20% anual sobre el stock total de vacas.




























