La apertura del concurso preventivo de la empresa láctea Sancor, por parte de la Justicia de Santa Fe, lejos está de traer previsibilidad sobre su futuro y tranquilidad a sus trabajadores. Todo lo contrario.
Así se deprende de la difícil situación por lo que atraviesan los 43 trabajadores de la planta ubicada en La Carlota, donde la empresa elaboraba –al menos hasta el 6 de enero– quesos duros.
El establecimiento industrial, uno de los cinco que aún quedan dentro del patrimonio de la cooperativa, está paralizado desde hace más de dos meses y sus empleados han recibido pagos esporádicos desde finales de enero.
Algunos, según denuncian, están sin cobrar salarios desde octubre del año anterior y sus haberes ya se encuentran dentro del concurso preventivo solicitado por la empresa el 3 de febrero.
La realidad de la plana ubicada en el departamento Juárez Celman es preocupante. De procesar hasta 200 mil litros diarios en productos de alto valor agregado, como son los quesos duros, la usina ha perdido más de la mitad de los trabajadores que supo tener antes de 2017, cuando comenzó la crisis financiera y económica.
Solo 43 trabajadores quedan en su plantel, de los aproximadamente 100 que había en épocas de mayor producción; la mayoría se fue a través de retiros voluntarios.
La crisis de Sancor: los sueldos en la planta de La Carlota
Mientras algunos empleados no cobran desde octubre pasado, el último depósito real que recibieron los empleados fue el 30 de enero.
Ante la posibilidad de una quiebra, si no se cumplen los pagos a fin de mes, los empleados danmificados buscan visibilizar su situación.
Según lo que manifiestan, la empresa sostiene que su situación está en manos de la Justicia. Mientras tanto, dudan de que la planta pueda reanudar sus actividades en el corto plazo (sería según le adelantaron desde la empresa después de la puesta en marcha del establecimiento en Balnearia), dada la situación financiera de la cooperativa para conseguir leche.
En la actualidad, solo está procesando alrededor de 70 mil litros diarios, la mayoría en sus plantas de Devoto, Sunchales y Gálvez (estas dos últimas en Santa Fe), lejos de los tres millones de litros que llegó a procesar cuando era la mayor empresa láctea del país.
Desde la empresa, aseguran que la actividad en las plantas responde única y exclusivamente a la cantidad de materia prima disponible para elaborar; y de acuerdo con las necesidades comerciales y de flujo de caja, se elaboran unos u otros productos.
En cuanto a los cortes de electricidad en la planta de Balnearia, por falta de pago, desde la empresa sostienen que eso fue superado por el momento tras la decisión del juez de que toda suspensión de servicios por deudas preexistentes al 3 de febrero debía normalizarse, y las eventuales pasivos pasaban a ser consideradas en el concurso.
Por lo pronto, la falta de pagos en los salarios ha generado una gran incertidumbre entre los trabajadores que aún permanecen en la planta de La Carlota, la mayoría con una antigüedad laboral que supera los 20 años.
A pesar de que desde el Ministerio de Trabajo, según aseguran los trabajadores, se informó que los salarios deben ser pagados independientemente del concurso de acreedores de la empresa, los pagos realizados después del 30 de enero han sido esporádicos y para un número reducido de empleados.
Se les informó que debían recibir la totalidad de sus sueldos correspondientes a febrero hasta el 10 de marzo, pero eso no se cumplió.
Con posterioridad a esa fecha hubo retribuciones parciales, pero la incertidumbre sobre futuros pagos persiste. “La empresa comunicó que tiene tiempo hasta el último día de marzo para realizar el pago total de los sueldos, de lo contrario, tendría que quebrar”, argumentan los trabajadores, que se encuentran sin asistir a la planta.
Además de la falta de pago, los trabajadores se quejan del abandono por parte del gremio Atilra. Mencionan que durante conflictos anteriores con la empresa, la planta de La Carlota fue la que menos problemas tuvo, lo que, según los trabajadores, llevó al gremio a desatenderlos en esta ocasión.
En este escenario, algunos de los empleados están buscando otras oportunidades laborales, pero se encuentran con la dificultad de ser contratados en blanco sin perder su antigüedad en Sancor.
Mientras tanto, esperan que la autoridad laboral o la Justicia comercial les dé alguna respuesta.