Se viene un comercio mundial con menores precios y costos

A pedido de la organización del Congreso Crea, el economista francés Guy Sorman preparó un documento a través del cual determinó cuáles son las fortalezas y debilidades que se proyectan para la Argentina.

"El negocio de la Argentina es y ha sido siempre alimentar al mundo. Los empresarios agropecuarios argentinos han alcanzado ese logro no por las ventajas naturales presentes en el territorio, sino por contar con un espíritu emprendedor.

Otros países del mundo, si bien cuentan con suelos fértiles y un clima similar al presente en la Argentina, no logran generar resultados económicos significativos", valoró el economista europeo.

Sin embargo, Sorman planteó algunas inquietudes respecto del futuro. "¿Puede el modelo productivo argentino, basado en la exportación de commodities agrícolas, ser considerado un modelo sostenible?", se preguntó.

Según su razonamiento, la respuesta es sí, pero siempre y cuando se mantengan flexibles y abiertos a nuevos desafíos, entre los que se encuentran la continuidad de los mercados globales. "A pesar de la retórica recalcitrante presente en un número limitado de naciones, el libre mercado aún constituye el mejor sistema posible", sostuvo.

Otra tendencia, a la que Argentina deberá estar preparada, serán los cambios en los parámetros productivos. Para Sorman, en el largo plazo los precios caerán. "El costo de la energía descenderá porque nuevas fuentes de recursos naturales aparecerán, aunque la mayor parte será de energías no renovables", precisó.

Las patentes serán cada vez más difíciles de proteger por una mayor competencia y un crecimiento de la piratería. Las industrias químicas, farmacéuticas y de semillas se verán obligadas a trabajar con precios decrecientes. Los precios del transporte también caerán a medida que se implementen infraestructuras más eficientes en todo mundo.

"Estas fuerzas reductoras de costos promoverán la aparición de nuevos participantes en el negocio a medida que los costos de entrada al mismo sean cada vez menores. Esa mayor competencia generará a su vez menores precios", admitió el economista francés.

La globalización permanecerá amenazada por el nacionalismo y las ideologías autosuficientes.

Respecto del futuro del comercio internacional, Sorman considera que el proteccionismo en Europa y Japón está más fuerte que nunca. Ambos mercados seguirán cerrados y las negociaciones que están llevando a cabo la Unión Europea y Estados Unidos para establecer un acuerdo de libre comercio tendrán poco impacto en el rubro agrícola.

En este escenario, la única manera de ingresar sin inconvenientes al mercado europeo será ofrecer alimentos muy sofisticados con el respaldo de una sólida marca.