Aunque es reconocida como unas de las voces más bellas y expresivas de la escena local, Gabriela Beltramino aún no había editado un disco como solista. Frecuente presencia en diferentes proyectos musicales y audiovisuales, la cantante saldará la deuda en breve con Senses, su primer álbum, que decidió financiar por vía del crowdfunding. En este trabajo, rinde tributo a los grandes maestros del jazz junto a una banda de acompañamiento notable y ofrece, a la vez, una serie de instantáneas que describen diferentes momentos de su vida, a la manera de un viaje emocional que comienza en el pasado para finalizar en un presente más luminoso y con la vista puesta en un futuro que la artista recibe con los brazos abiertos.
-¿Cómo se da tu acercamiento al jazz?
–Siempre que me preguntan sobre mis primeros contactos con este género me remonto inevitablemente a mi infancia en los Estados Unidos, donde el jazz está presente hasta en los villancicos navideños. Si bien de eso en particular no tengo recuerdos puntuales, sí los tengo de algunos discos que había en casa que de chica yo ponía para bailar y cantar: el clásico Unforgettable de Natalie Cole y Why don\'t you do right?, un disco de Sinèad O\'Connor en el que canta standards y otras canciones. El primer tema de ese disco era el soundtrack de mis coreografías de la infancia. Y hoy me doy cuenta de que las canciones de Disney que siempre me fascinaron eran en clave de swing, como el tema de presentación del genio de Aladdin. De todos modos, nunca me di cuenta de que quería cantar eso hasta que un día, ya iniciado mi primer intento de carrera como cantante me llega un disco con la versión de Cry me a river, de Ella Fitzgerald. Y ahí supe que eso era lo que quería cantar, Fue algo así como un amor a primer oído.
-¿Cómo está estructurado tu disco?
–Consta de 12 canciones, que fueron elegidas muy cautelosamente a partir de su contenido textual, dejando un poco en segundo plano a las melodías y/o particularidades musicales. Alguna vez escribí en la sección "Primera persona" de Ciudad X que necesitaba encontrar mi mensaje, ese "qué decir" que fuera mío. Este disco es el resultado de la primera parte de esa búsqueda. Descubrí con bastante dificultad que sí tenía algo que contar, como todos. Quería contar mi historia, lo que me pasó y lo que aprendí en el pequeño recorrido que llevo por esta vida. Vengo haciendo un proceso interior muy grande y simplemente quise compartirlo. El disco comienza con una canción que cantaba cuando era nena, sigue con otras que recuerdan mi infancia y mi cambio a la adolescencia y los primeros amores, luego una canción que escribí sobre una melodía de Gustav Mahler, cantándole a mi madre. Hay canciones que describen mis deseos de libertad en mis momentos de más honda depresión, otras para amores que quedaron atrás, para mi familia y finalmente una reflexión que relata mi modo de ver la vida hoy. La última canción es el cambio, es la puerta hacia lo que vendrá.
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–¿Cuáles fueron tus referencias al momento de grabar el disco?
–Lo más gracioso es que durante el proceso lo que menos escuché fue jazz, y casi no escuché música. Sí, soy rara (risas). Fueron tiempos de otras cosas. No de maravillarme con virtuosismo, si no de ahondar en los rincones más recónditos de mí misma. Todos los artistas que reflexionaron sobre su existencia, y todos los que me ayudaban a conectarme conmigo misma fueron los motores de mi trabajo. Joni Mitchell, Mahler, un poco de Bill Evans, Alejandra Pizarnik, William Blake y todos los poetas malditos. Anduve por terrenos bastante oscuros por momentos, hasta que apareció Whitman y me tendió una mano, sumándose a lo que ya había leído de Hesse y a los maravillosos e infalibles consejos artísticos de Rilke en sus Cartas. Se suma a todo eso mi búsqueda a nivel espiritual, que me va llevando cada vez más hacia Oriente y a la idea de que somos una parte infinita de un todo perfecto.
–¿Por qué titularlo "Senses"?
–Justamente el comienzo de todo este proceso emocional y, en consecuencia, artístico, fue mi necesidad de sanar heridas viejas que tenía herméticamente cerradas por puro miedo a enfrentarlas. Cuando empecé a trabajar en esto, descubrí que por mucho tiempo había mantenido bloqueados mis canales sensoriales, simplemente estaba existiendo, a lo autómata. Con gran ayuda de mi terapeuta empecé a destapar muchas cosas de mi vida actual, y el pasado y el trabajo gestáltico me ayudó a redescubrir mi capacidad de percepción y la influencia que tenía eso en mi forma de vivir. La conclusión a la que llegué es que la única verdad que podemos incorporar a partir de lo real es lo que podemos percibir a través de nuestros cinco sentidos. Cuando redescubrí mi capacidad sensible, recuperé muchas de las historias que incluye el disco. Y por eso quise contarlas, también como parte de mi sanación, pero sobre todo para compartir mi aprendizaje. Como todas las canciones están escritas en inglés, decidí llamarlo Senses, en lugar de "Sentidos", pero siempre sabiendo que son ellos los que abren la puerta a lo real e infinito.
–Más allá de tu faceta como cantante de jazz, también sos actriz. ¿Qué proyectos cinematográficos te tienen ocupada por estos días?
–Casualmente me encuentro en el anteúltimo día de rodaje de mi primer largometraje en un rol protagónico, cosa que, aunque llevemos más de un mes de trabajo, no logro comprender aún (risas). Se trata de una película de género, un gran riesgo en Córdoba, porque no se ha filmado mucho suspenso acá. La peli se titula La mirada escrita y es un osado proyecto de un jovencísimo director, Nicolás Abello, junto con un hermoso equipo de las productoras No Hay Perro Films y Viento Sur Films.
-Si tuvieras que recomendar cinco discos de jazz, ¿cuáles serían?
-Es imposible decidir. Se me vienen algunos a la cabeza, porque me han marcado y me fascinan. Hay miles más, pero recomiendo John Coltrane and Johnny Hartman, Chet Baker Sings It could happen to you, You must believe in spring (Bill Evans), Ella and Basie: On the sunny side of the street, Jasmine (Keith Jarrett and Charlie Haden), But beautiful (But beautiful). Son seis, ya me pasé.
Perfil
Gabriela Beltramino nació y vive en Córdoba. Es cantante de jazz y actriz. A lo largo de su carrera, ha integrado y colaborado con diferentes agrupaciones y artistas de diversos estilos. Actuó en varias oportunidades en el Festival Internacional de Jazz de Córdoba. Para saber más y colaborar con Senses, su primer disco, hay que ingresar a este sitio.
