Durante décadas, hablar de deseo femenino en la menopausia fue casi un tabú. Hoy, muchas mujeres que transitan esta etapa siguen sin tener respuestas claras sobre lo que les pasa. Cambios físicos, emocionales y hormonales impactan en su bienestar general y, especialmente, en su vida íntima.
La falta de educación sexual recibida en generaciones anteriores también juega su parte. “Nunca nos hablaron de qué pasaba con la sexualidad después de la fertilidad”, dice Techi Asplindh, conductora del podcast Menopausia, Mitos y Verdades. Junto con Reina Julia D’Amico, entrevista a médicas especialistas en ginecología y sexología para entender qué ocurre y qué puede hacerse.
Con información actualizada y mirada empática, comparten 10 claves para disfrutar de una sexualidad saludable en la menopausia.
Por qué cambia la vida sexual en la menopausia
El descenso de estrógenos propio de esta etapa puede provocar menor deseo sexual, sequedad vaginal y, en muchos casos, dolor en las relaciones. A eso se suman factores emocionales como la baja autoestima, los cambios de humor y la desconexión de la pareja.
Milena Mayer, uróloga y andróloga del Hospital Italiano especializada en sexología, explica que muchas mujeres viven estos síntomas con vergüenza o resignación, sin saber que existen tratamientos eficaces. “La forma en la que nos hemos vinculado históricamente con el placer influye mucho en cómo atravesamos esta etapa”, señala.

Qué es el síndrome genitourinario de la menopausia
La ginecóloga Yasmin Mehanna, del Hospital de Clínicas destaca que un alto porcentaje de mujeres padece el llamado Síndrome Genitourinario de la Menopausia (SGM), un conjunto de síntomas vaginales y urinarios derivados de la caída hormonal. Irritación, infecciones urinarias recurrentes, dolor al mantener relaciones y pérdida del deseo son algunas señales.
Lo importante: tiene tratamiento médico, desde hidratantes vaginales hasta opciones hormonales locales bajo supervisión profesional.
Diez claves para mejorar la vida sexual en la menopausia
- Actividad física, todos los días. Caminar, nadar, bailar o andar en bici mejora el estado de ánimo y aumenta el deseo. El movimiento activa el cuerpo y también la mente.
- Decile chau al cigarrillo. Fumar reduce el flujo sanguíneo y agrava la sequedad vaginal. Dejarlo mejora la salud sexual y general.
- Hablar con la pareja. Muchas parejas no conversan sobre su intimidad. Hablar del tema puede ser el primer paso para reencontrarse.
- Consultar con el ginecólogo. Los controles regulares deben incluir la salud sexual. Hay tratamientos específicos que pueden cambiar la experiencia.
- Ejercitar el piso pélvico. Los ejercicios Kegel aumentan la circulación y fortalecen los músculos íntimos. Mejora la sensibilidad y la intensidad de los orgasmos.
- Desarmar mitos y reencontrarse con el deseo. El placer no depende sólo de la genitalidad. Caricias, masajes y conexión emocional también cuentan.
- Aceptar el cuerpo que tenemos hoy. Idealizar los cuerpos de los 20 puede ser una trampa. Abrazar los cambios es clave para disfrutar esta etapa.
- Tomarse tiempo en cada encuentro. La excitación es clave para la lubricación natural. No hay apuro, sí hay intimidad.
- Usar hidratantes y lubricantes vaginales. De venta libre o recetados, son aliados valiosos. También existen tratamientos locales con estrógenos, indicados por profesionales.
- Considerar la terapia hormonal. Si los síntomas son intensos, la terapia hormonal puede ser una opción eficaz. Siempre bajo evaluación médica.
Sexualidad y menopausia: ¿por qué importa hablar de esto?
Una vida sexual saludable mejora la autoestima, fortalece vínculos y contribuye al bienestar general. Romper el silencio es parte del proceso. “Aceptar el deseo, buscar información y animarse a preguntar son actos de amor propio”, coinciden las especialistas.
La menopausia no es el final de la vida sexual. Es una nueva etapa, con otros ritmos, necesidades y posibilidades. Y está bien querer vivirla con plenitud.