En el último trimestre de 2025, el cielo ofrecerá un atractivo inusual. Se trata de tres superlunas seguidas.
El fenómeno comenzó en octubre y continuará el 5 de noviembre y el 4 de diciembre, cuando la Luna llena coincida con el perigeo, el punto más cercano de su órbita a la Tierra.
Según la Nasa, durante esos días el satélite natural se verá hasta un 14% más grande y un 30% más brillante que en una luna llena promedio, aunque la diferencia será más evidente al salir sobre el horizonte.
Qué es una superluna
La órbita de la Luna no es circular sino elíptica, por lo que su distancia respecto de la Tierra varía. Cuando la fase llena coincide con el momento en que se encuentra más cerca, a unos 356 mil kilómetros, se produce lo que se conoce como superluna.
En contraste, cuando está más lejos (en el apogeo), la distancia puede superar los 406 mil kilómetros. Este pequeño cambio genera un gran efecto visual, la Luna parece más grande y su luz es notablemente más intensa.
Tres seguidas: una coincidencia poco común
Aunque las superlunas ocurren varias veces al año, no es habitual que se presenten tres consecutivas. En 2025, el calendario astronómico permitirá que las fases llenas de octubre, noviembre y diciembre coincidan con el perigeo, un alineamiento que sólo sucede cada varios años.
La secuencia continuará incluso en 2026, cuando el 3 de enero se producirá una cuarta superluna, completando un ciclo excepcional de cuatro seguidas.
La Luna del Castor y las tradiciones que la acompañan
La superluna del 5 de noviembre, la más grande y cercana del año, es conocida como la Luna del Castor, nombre heredado de las culturas originarias de América del Norte.
Este período marcaba la época en que los castores reforzaban sus madrigueras antes del invierno y los cazadores aprovechaban para colocar trampas.
Otras denominaciones, como Luna de la Escarcha o Luna de Nieve, reflejan el inicio de las bajas temperaturas en el hemisferio norte.
Impacto y observación
Los astrónomos explican que las mareas pueden aumentar levemente durante las superlunas, pero no existen pruebas de que este fenómeno cause efectos climáticos o geológicos significativos.
En Argentina, el evento podrá observarse a simple vista desde cualquier punto del país, siempre que las condiciones meteorológicas acompañen.
La recomendación es mirar hacia el este poco después del atardecer. Cuando la Luna se eleva sobre el horizonte, la ilusión óptica hace que parezca aún más grande.
Un cierre de año para mirar al cielo
La serie de superlunas coincidirá con otros fenómenos astronómicos destacados, como las lluvias de meteoros Táuridas y Gemínidas.
Para los observadores y fotógrafos, 2025 será un año ideal para disfrutar del cielo nocturno y capturar imágenes del satélite en su máximo esplendor.




























