La temperatura de la tarde apenas superaba los 21 grados en la ciudad de Córdoba a las 18.16 cuando dio sus primeros pasos la marcha por el Día Internacional de la Mujer. Una multitud se congregó para partir desde Colon y Cañada para ratificar el compromiso con la lucha del movimiento feminista y reiterar la importancia de instalar agendas que se sustenten en políticas de igualdad de género.
En Córdoba, la marcha se dio en medio del desarrollo de dos juicios por causas de violencia de género (la desaparición de Yamila Cuello y el crimen de Catalina Gutiérrez), Familiares, amigos, cercanos y la comunidad en general marchó con carteles que llevaban su nombre y su recuerdo. Se sumó esta semana el segundo femicidio de 2025, con una mujer asesinada en Vicuña Mackena.
Al cierre, Soledad Cuello, hermana de Yamila, tomó la palabra en medio del escenario montado sobre la calle Yrigoyen. Un silencio acompañó su discurso. La comunidad presente oía atentamente. “Este juicio se dio porque salimos a la calle. Es un precedente para Córdoba y para el movimiento feminista. Nunca más una piba desaparecida ni acá ni en ningún lado”, expresó Cuello.
Luego, la madre y la hermana de Catalina Gutiérrez se acomodaron frente al micrófono con una bandera que llevaba las fotos de la joven estudiante asesinada por Néstor Soto en julio de 2024. “Quiero agradecerles a todos los que nos brindaron apoyo. Yo no elegí estar acá, nos obligaron. Nosotros éramos una familia de cuatro y nos obligaron a ser de tres. Yo recibí en casa a un amigo de mi hija y le abrí las puertas como cualquier mamá y papá y me llevé esta sorpresa tan desagradable”, relató.
“Era un amigo en el que Catalina confiaba. Había una amistad, cómo te vas a imaginar que te van a hacer algo así. Veía a las amigas de mi hija declarar y pensaba: tan chicas y a veces conocen a esos amigos, piensan que son una familia y al final son unos monstruos. La vida nuestra se partió a la mitad. Vamos a lograr que sea condena a perpetua”, dijo la madre.
Al cierre del discurso, las dirigentes Julia Di Santi, Soledad Díaz García, Luciana Echeverría y Laura Vilches expresaron su rechazo a las políticas de ajuste en materia de género por parte del gobierno nacional.
Alrededor de siete cuadras llenas de gente coparon el centro de la ciudad con carteles, pañuelos verdes, violetas, banderas. Acompañando la marcha con mate hubo familias, grupos de amigas, vínculos cercanos de víctimas de violencia de género.
Culminó frente al Patio Olmos, donde dio la mayor cantidad de asistentes concentrados.
Testimonios marchando
“Yo sufrí violencia de género y en mi época no se sabía qué era. Quiero que estemos todas acá y visibilicemos, que nos escuchen y nos dejen de matar y violentar. Me parece emocionante estar acá, ver a las mujeres, a niñas, que estemos todas unidas”, dijo Sandra, de 61 años a La Voz.
Julieta, una amiga de Catalina Gutiérrez mientras marchaba con un cartel que llevaba su nombre, apuntó: “Hoy nos falta la Cata. Fui compañera de ella del cole y la extraño un montón. Siento que es muy importante marchar para defender las políticas que hagan que los derechos no sean vulnerados”.
Natalia, otra presente, aportó su idea: “Estamos para seguir defendiendo los derechos. Vemos que la crisis social golpea a las mujeres con esta gestión nacional. Vamos a seguir resistiendo. El movimiento feminista sigue vivo con ganas de seguir marchando, ratificando lo que ya conquistamos hasta ahora”.
En la jornada, y a pesar de un clima inestable, se concretaron también marchas y actividades en varias ciudades del interior provincial.
También se registraron en las principales ciudades de todas las provincias argentinas.
