La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó la comercialización de la especialidad medicinal denominada mifepristona.
Mediante la disposición 1470/2023, firmada el pasado 7 de marzo, autorizó su distribución y venta de en farmacias y su uso en los tres subsistemas de salud (público, obras sociales y prepagas).
La mifepristona es una medicación que se usa combinada con el misoprostol para la interrupción del embarazo en uno de los esquemas recomendados por la Organización Mundial de la Salud. La aprobación para su comercialización se enmarca en el cumplimiento de la Ley 27.610 de acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo (IVE/ILE), informó el Ministerio de Salud de la Nación en un comunicado de prensa.
Esta droga ya estaba disponible en los centros de salud, para casos puntuales. Lo que cambia ahora es que una persona podrá comprarla en farmacia con la indicación médica.
“Esta droga se estudió en principio como antagonista del efecto de los corticoides, allá por la década de 1950. Con el tiempo se vio que también actuaba en contra de la progesterona, la hormona que mantiene el embarazo, relaja el útero y es la encargada del tejido gestacional”, explicó Micaela Ríos, tocoginecóloga e integrante de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir.
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La especialista, que además es miembro de la Comisión de salud sexual y no reproductiva de la Municipalidad de Córdoba explicó cómo actúa la mifepristona: al ser un antagonista competitivo de la progesterona, impide la acción de esta hormona. “Genera una desintegración del tejido gestacional que se adhiere al útero”.
Se la combina con misoprostol, una sustancia similar que genera la apertura del cuello del útero y las contracciones. “Activa los mecanismos de limpieza del útero”.
Por su parte, Nadya Scherbovsky, médica general y de familia, agregó: “Ambos medicamentos son muy buenos para garantizar una calidad de aborto seguro y disminuir las complicaciones. Siempre y cuando se utilicen las dosis recomendadas por la Organización Mundial de la Salud”.
Scherbovsky, que también integra la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, agregó que el porcentaje de aborto efectivo con misoprostol varía (según estudios) entre el 77 y el 85 por ciento. Mientras que la combinación eleva la efectividad entre el 94 y el 98 por ciento.
Ambas especialistas coincidieron en que la combinación reduce los posibles efectos colaterales del misoprostol (diarrea, vómitos, dolor de cabeza, febrícula, sangrado intenso en algunos casos). También disminuye el dolor. Debido a su escasa disponibilidad (Nación había entregado dos partidas a los centros de salud), su uso se concentraba en determinados casos, como una paciente con anemia o una mujer con cicatrices uterinas reiteradas.
Administrada entre 24 a 48 horas, la mifepristona bloquea los receptores de la progesterona y genera el desprendimiento del endometrio. Comienza un sangrado que permite la contracción del útero y la dilatación del cuello, el principal efecto del misoprostol. Un medicamento prepara el ambiente para que el segundo genere la expulsión, con menos complicaciones.
Productores
El comunicado de prensa de Salud informó que el laboratorio LIF de Santa Fe se encuentra en proceso de desarrollo de la producción pública de mifepristona. En el 2022 el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires firmó un convenio con la Universidad Nacional de La Plata para su producción.
Además, el Ministerio de Salud de la Nación inició, en el 2022, la distribución del tratamiento combinado de mifepristona y misoprostol, a través del programa Remediar, a los programas provinciales de salud sexual y reproductiva y centros de salud y hospitales públicos que garantizan IVE/ILE en todo el país.
Ahora se podrá adquirir en farmacias y con receta.
Autoridades sanitarias recuerdan que los centros de salud realizan consejerías sobre aborto legal y seguro. Y enfatizan en la importancia del acompañamiento de profesionales sanitarios en el proceso de interrupción de un embarazo previsto en la ley.
Ríos explicó que esta combinación puede usarse en distintas edades gestacionales, dependiendo de las dosis recomendadas. Sin embargo, la ley establece que después de la semana 14 y seis días deben intervenir los hospitales de segundo, tercer y cuarto nivel de atención.
