El viernes pasado se llevó a cabo la tercera edición del Mundial de Payana en barrio San Vicente, y Adelina Santillán se consagró nueva campeona del certamen.
En esta oportunidad, la copa se denominó “Olga Santoni”, en homenaje a la primera ganadora del campeonato en 2022, fallecida el año psado.
Como en años anteriores, la competición se desarrolló frente al edificio del CPC del barrio. Y este año participaron 34 personas, cada una representando a una institución de San Vicente.
Luego de las rondas clasificatorias, llegó el turno de las semifinales. A dicha instancia accedió Gerardo Carrizo, de barrio Los Álamos, campeón defensor de la edición 2022.
Para sorpresa de todos, el experimentado jugador quedó eliminado en semifinales por Felisa Murúa, quien accedió a la definición del torneo.
La rueda final fue electrizante: se enfrentaron Adelina, que representaba al Centro de Jubilados de San Vicente, y Felisa Murúa, que jugaba por la escuela Bedoya.
Después de un comienzo marcado por los nervios de ambas jugadoras, Felisa en su primer intento quedó trabada en el nivel dos. En cambiuo, Adelina pudo completar toda la vuelta y al final sostuvo tres piedritas en el tiro final.
Felisa con dos posibilidades de poder cerrar toda la vuelta, no pudo pasar de nivel y Adelina se consagró como nueva Campeona Mundial de Payana.

De esa manera, la ganadora se hizo acreedora de 40 litros de pintura que fueron donados a la organización de adultos mayores de San Vicente.
El certamen se desarrolló con una nutrida asistencia de vecinos del barrio, y la jornada estuvo acompañada por espectáculos y comidas patrios en el marco de la Semana de la Tradición.
La payana es un juego que se practica con cinco piedras. Consiste en ir tomándolas del suelo en distintas etapas, al tiempo que se arroja una de ellas al aire volviéndola a tomar sin que caiga al piso.
Al comienzo, se arroja una piedra al aire y se levanta otra del piso, y luego va subiendo la dificultad, con el intento de recoger dos, tres y cuatro piedras en un solo movimiento. El juego fue muy popular hasta finales de la década del ‘90 y actualmente está casi desaparecido.
























