La Red Argentina de Equinoterapia (RAE), que reúne a 240 centros en todo el país, advirtió sobre la difusión de información falsa con respecto al poder sanador y “milagroso” de realizar diagnósticos con caballos.
Sostienen que existen publicaciones en redes sociales que generan falsas expectativas en pacientes y en familias que atraviesan diversas situaciones de salud, y que atentan contra el trabajo serio, comprometido y basado en evidencia científica.
Uno de los videos señalados por algunos de sus referentes tiene como protagonista a una familia de Córdoba, según indicó Ana Laura Cordero desde su cuenta de Instagram: @luzaura.analaura.
En el reel publicado hace un mes –que ya cuenta con más de seis millones de vistas–, Cordero relató la visita de Guadalupe, una niña que padece de epilepsia, al sitio donde atendía en la localidad de Maipú, en el Gran Mendoza.
Allí indicó que gracias a la intervención de los equinos, Guadi no volvió a tener más episodios de su trastorno neurológico. Incluso manifestó que “los caballos son medicina sagrada”.
En este contexto, la RAE advirtió al público en general “sobre la importancia de verificar la información que circula en redes, que no siempre es verídica ni está respaldada por profesionales con formación adecuada”.
“Ponemos sobre la mesa la existencia de algunas prácticas asistidas por caballos y que prometen soluciones mágicas, más allá de las capacidades de los caballos”, indicó a La Voz Elena Cataldi, una de sus principales promotoras.
Qué es la equinoterapia
Entre las intervenciones asistidas con caballos, una de las más conocidas es la equinoterapia. Bajo ese nombre existen diferentes terapias que utilizan la interacción con caballos para promover la salud física, emocional, cognitiva y social de personas con diversas discapacidades o alteraciones.
Estas intervenciones se basan en el movimiento del caballo para generar respuestas terapéuticas en el paciente, fomentando el desarrollo de habilidades como el equilibrio, la coordinación y la regulación emocional.
Sin embargo, en ningún caso pueden provocar por sí solas la cura o la sanación de un paciente. Se entienden siempre dentro de una respuesta integral.
La actividad combina el trabajo de profesionales de la salud, la educación y del área ecuestre, con el caballo como facilitador terapéutico. Además, se realiza con objetivos terapéuticos claros, planteados por el equipo interdisciplinario, un entorno cuidado y con acompañamiento profesional constante.
“La falta de un marco regulatorio posibilita este tipo de prácticas que confunden a las personas y nos meten a todos en la misma bolsa. Quienes integramos esta red nos hemos formado profesionalmente, nos actualizamos de manera constante y trabajamos con responsabilidad ética”, agregó Cataldi.
Desde hace varios años, el sector viene promoviendo que se sancione una ley nacional que permitiría definir el alcance de las intervenciones asistidas por caballos, una autoridad de control, para de esta manera evitar el ejercicio ilegal. Hasta el momento, 14 provincias promovieron legislaciones provinciales, y Córdoba no es una de ellas.
La coordinadora de equinoterapia de la Escuela Hipocampo en el Club Hípico de Buenos Aires, Verónica Settepassi, explicó que la intervención asistida con caballos es una “pieza más” de un tratamiento. “Es complementaria, no alternativa”, advirtió.
“Hace 26 años que trabajo en esto. El caso de la epilepsia, por ejemplo, es muy difícil de tratar. En algunos casos se requieren hasta tres medicamentos para estabilizarla. Por tanto, la difusión de información falsa es muy grave. Juegan con la desesperación de las familias”, dijo Settepassi.
Victoria Cortés es acompañante terapéutica especialista en discapacidad y trabaja hace 15 años en el Centro de TACAs/Equinoterapia Sociedad Rural de Río Cuarto. Junto con una médica veterinaria y una psicopedagoga, acompañan a 22 pacientes.
“La intervención asistida con caballos requiere de un equipo interdisciplinario. Es fundamental para aunar criterios y trabajar en sintonía”, dijo.
“No hay turnos disponibles”
“Yo no hago equinoterapia. Mi método tiene una mirada más holística, desde el lado de las emociones, y desde allí es que se utiliza el término ‘sanación’”, dijo Cordero en diálogo con este diario.
“Son resultados dentro de un proceso vital de la persona que, incluso, no culminan con mi intervención”, agregó.
Los últimos videos de @luzaura.analaura provocaron un aluvión de comentarios con el objetivo de solicitar un turno. “Mi hija es epiléptica, veo esto y me da esperanza”, es solo uno de los miles de mensajes que recibió en las últimas horas.
Recientemente, avisó a sus seguidores que no tiene turnos disponibles debido a la alta demanda. “La lista de espera para urgencias también se encuentra saturada, y recibimos cientos de mensajes a diario”, publicó.
“Queremos recordarles que Ana es una sola persona, atendiendo con mucha dedicación y amor. Somos conscientes de la necesidad de obtener un turno y estamos trabajando en nuestra expansión, para que más personas puedan acceder, por lo que pronto tendremos novedades”, escribió uno de sus colaboradores.
Una fuente que prefirió el anonimato aseguró que el dueño del campo en el que Cordero realizaba sus intervenciones decidió finalizar el acuerdo cuando tomó conocimiento de ello, por lo que la mujer se encontraría buscando otro sitio.
Cordero se defendió de las críticas y dijo que no puede hacerse cargo de la interpretación de los demás. “Trabajo en colaboración con otros profesionales y selecciono qué perfil se ajusta con mi intervención. Y si no puedo hacerlo, lo derivo”, mencionó.
Ambigüedad y judicialización
En los últimos años, bajo el nombre de sanación, meditación, retiro, constelación, entre otros, se han desarrollado distintos emprendimientos que utilizan caballos. Frente a este contexto, es necesario diferenciar si solo se trata de la búsqueda de un equilibro emocional o de la sanación o cura de una condición. De ahí es que es determinante que quien acceda a estas actividades tenga claros el enfoque y los resultados deseados.
En su defensa, Cordero deslizó que existen referentes de la RAE que hablan de “sanación energética con caballos” en cuentas de RR. SS. paralelas e instó a dejar los comentarios mal intencionados y “alegrarse por las experiencias de las personas que cuentan experiencias que les trajeron un beneficio positivo”.
Por su parte, por estos días, la RAE está reuniendo documentación para realizar una presentación formal a las autoridades mendocinas para que determinen la ocurrencia de posibles delitos. No descartan avanzar en otras jurisdicciones donde ocurren prácticas similares.
Por otro lado, el Ministerio de Salud de la Nación o de alguna provincia podría iniciar una investigación de oficio si considera que en algunos centros “ofrecen resultados clínicos con procedimientos no adecuados”.
“La promesa de una cura puede provocar que los pacientes dejen sus tratamientos y, por tanto, de consumir sus medicamentos”, concluyó Settepassi.