Las avispas y a las abejas provocan dos tipos de alergia. Las locales, que son reacciones cutáneas, más o menos frecuentes, y que afectan a un 24% de la población general. Y las reacciones graves, generalizadas, que son las anafilaxias, que afectan a un 3%.
Pero la alergia a los himenópteros no se puede predecir, y nadie puede saber si es alérgico o no a estas picaduras hasta que tiene una reacción alérgica.
El problema es que algunas personas pueden tener una reacción generalizada tras sufrir una picadura, de carácter grave, desde una urticaria hasta afectación respiratoria y cardiovascular, además de que también hay muertes, aunque son poco frecuentes.
Opciones terapéuticas para tratar la alergia a las picaduras de abejas y avispas
Teresa Alfaya, una de las mayores expertas en picaduras de insectos de España, explica que el diagnóstico de la alergia se realiza mediante pruebas cutáneas y análisis de sangre, para detectar la presencia de anticuerpos específicos contra el veneno.
Una vez diagnosticada la alergia a las picaduras de himenópteros, las opciones terapéuticas incluyen:
- Adrenalina y otros tratamientos de rescate. Se recomienda a las personas con alergia confirmada que lleven consigo adrenalina autoinyectable, antihistamínicos y corticoides para utilizar en caso de una nueva picadura.
- Inmunoterapia con veneno de himenópteros. Es el tratamiento específico más eficaz, con una tasa de éxito superior al 85%. Consiste en administrar dosis controladas del veneno al paciente durante un período prolongado (generalmente 5 años) para desensibilizarlo a la alergia.
- Prueba de repicadura controlada. Se realiza en algunos hospitales para comprobar la efectividad de la inmunoterapia. Consiste en someter al paciente a la picadura del insecto vivo en un entorno controlado para observar su reacción y ajustar la dosis de la vacuna si es necesario.
Es fundamental que las personas que hayan experimentado una reacción alérgica generalizada tras una picadura de abeja o avispa consulten a un alergólogo para recibir un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado. La inmunoterapia, en particular, puede “curar” la alergia en la mayoría de los pacientes, mejorando significativamente su calidad de vida y permitiéndoles disfrutar de actividades al aire libre sin temor a las picaduras.
Síntomas de una reacción alérgica grave a picaduras de avispas o abejas
Una reacción alérgica grave a una picadura de avispa o abeja se conoce como anafilaxia y puede manifestarse con una variedad de síntomas que afectan a diferentes sistemas del cuerpo. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Urticaria. Aparición de ronchas rojas y elevadas en la piel, que pueden causar picazón intensa.
- Angioedema. Hinchazón de los tejidos debajo de la piel, especialmente en la cara, labios, lengua y garganta.
- Dificultad para respirar. Sensación de falta de aire, sibilancias o tos.
- Opresión en el pecho. Sensación de constricción en el pecho.
- Taquicardia. Aumento del ritmo cardíaco.
- Hipotensión. Disminución de la presión arterial, que puede provocar mareos o desmayos.
- Náuseas y vómitos.
- Dolor abdominal.
- Ansiedad y sensación de muerte inminente.
La gravedad de la reacción alérgica puede variar de una persona a otra. Algunas personas pueden experimentar sólo síntomas leves, mientras que otras pueden presentar una reacción anafiláctica potencialmente mortal.
En caso de experimentar alguno de estos síntomas después de una picadura de avispa o abeja es crucial buscar atención médica inmediata.