Desde que comenzó el frío en Córdoba ya se registraron 13 intoxicados por inhalación de monóxido de carbono (CO), entre ellos siete niños. Las personas afectadas recibieron asistencia médica en diferentes hospitales de la Capital, y entre las principales causas sobresale el uso de braseros en las viviendas.
En los últimos años, esta modalidad de calefacción viene en aumento como consecuencia de la crisis económica por la que atraviesan muchas familias cordobesas, las que encuentran en el brasero una opción económica para calentar sus hogares, aunque las consecuencias pueden ser muy peligrosas para los moradores.
Andrea Vilkelis, directora de Toxicología del Hospital de Urgencias, le dijo a La Voz que en los últimos meses brindaron atención médica en seis casos por inhalación de monóxido de carbono, tanto por el uso de braseros como por calefactores no controlados. Todas las personas afectadas fueron mayores de 14 años.
“Hasta hace algunos años no había tantas intoxicaciones por el uso de braseros. Su uso había disminuido, pero ahora por la crisis económica son muchas más las familias que los utilizan”, expresó la profesional.
Nilda Gait, jefa del Departamento de Salud Ambiental del Ministerio de Salud de Córdoba, coincidió con Vilkelis sobre el incremento de casos de intoxicación por uso de braseros.
“Antes teníamos más casos de personas intoxicadas por perdidas de gas en calefones. Pero hoy tenemos más pacientes afectados por el uso de braseros y hornos de cocina para calentar los hogares. A las familias se les hace difícil acceder a otros aparatos de calefacción”, afirmó.

Peligro
Las intoxicaciones con monóxido debido al uso de braseros son muy peligrosas. Al ser inhalado, el monóxido se fija en la sangre y genera una falta de oxígeno en los tejidos que provoca daño celular.
La sintomatología por intoxicación refiere a cefaleas, dolores de cabeza, mareos, náuseas y vómitos. En algunos casos, la piel pasa de un enrojecimiento intenso por la vasodilatación a un color azulado o blanquecino, de acuerdo a la cantidad de monóxido inhalado.
“Muchas veces las personas no tienen otra opción para calentarse. En esos casos recomiendo que retiren el brasero del interior de la casa una vez que ya se hayan calefaccionado los ambientes”, manifestó Gait. Y alertó que una intoxicación leve puede convertirse en grave si no es tratada a tiempo como tal.
La persona intoxicada puede padecer síntomas como palpitaciones, arritmias, alteraciones visuales, que muchas veces son interpretados como otros problemas de salud. Pero en realidad se tratan de intoxicaciones leves que pueden pasar a graves, con síntomas como presión arterial baja, síncope, taquicardia y, en algunos casos, convulsiones.
Prevención en el hogar
Gait sostuvo que para evitar la inhalación de gases tóxicos lo primordial es dejar una vía de ventilación en la casa, como la abertura de una ventana o puerta. Y recomendó prestar especial atención a niños, adultos mayores y embarazadas, quienes son más sensibles a este tipo de intoxicaciones.
En los casos graves, las personas afectadas necesitan realizar varios controles médicos, aunque algunos pacientes no regresan porque el momento agudo ya pasó y piensan que están bien. Entonces, pueden sufrir un síndrome neurológico tardío (SNT), durante días, semanas o incluso meses después de la exposición inicial al monóxido.
Estos síntomas son variados y afectan las funciones cognitivas, motoras y emocionales. “Es algo que hay que tenerlo muy en cuenta”, subrayó Gait, aunque dijo que si se detecta y se controla a tiempo no habrá complicaciones.
Tanto Vilkelis como Gait recomendaron no solo tener cuidado con el uso de braseros, sino también hacer controlar al inicio del invierno calefactores de tiro balanceado, calefones y otros artefactos a gas con un gasista matriculado. El control debe hacerse por lo menos cada seis meses o una vez al año.
Vikelis también aconsejó evitar prender el horno para calefaccionarse y usarlo solo para cocinar. “De este modo se asegura su buen funcionamiento y se impide que se produzca en algún momento una combustión incompleta, que es precisamente lo que da origen a la intoxicación con monóxido”, agregó.
Cómo actuar
La toxicóloga Gait detalló que hay que prestar atención en caso de muerte de animales domésticos, como pájaros o gatos, que son más sensibles a la inhalación de gases tóxicos. También a la aparición de cefaleas en el grupo familiar. Los equipos médicos pueden realizar dosajes en sangre y colocar oxigeno, para evitar cuadros graves. “Lo primero que hay que hacer es abrir todo y esperar que lleguen profesionales preparados para la atención”, añadió.
Además, pidió prestar atención cuando se deja encendido el auto en el garaje hasta salir de la casa. “También es un factor de intoxicación que afecta, en especial, a los adultos”, indicó la especialista.
El monóxido de carbono es un gas sin olor, que actúa de manera silenciosa, intoxicando a las personas sin que se den cuenta de que están siendo afectadas. “Por eso hay muchos accidentes, y algunos son fatales”, explicó Gait.
Dónde llamar
Ante cualquier emergencia relacionada con la intoxicación por monóxido de carbono, comunicarse al:
- 911 - Policía de Córdoba.
- 100 - Bomberos Voluntarios.
- 0 800-888-38346 (FUEGO) - Call Center Defensa Civil.