- Córdoba mantenía este requisito que la Nación había derogado en 2015.
- Aseguran que no tiene impacto epidemiológico.
- Se podrán seguir realizando de manera voluntaria.
Como la mayoría de los trámites, los contratos y los eventos sociales, la celebración de matrimonios es una de las tantas actividades que están suspendidas por el aislamiento social, preventivo y obligatorio. ¿Pero qué pasará cuando termine la cuarentena?
Para aquellas parejas que hayan superado el desafío emocional –y económico– de la cuarentena y mantengan sus intenciones de casarse, hay una novedad: los estudios prenupciales no serán más obligatorios.
En el Boletín Oficial se publicó el lunes la resolución 56 del Ministerio de Finanzas, por la cual se exime "a los futuros contrayentes de la obligación de presentar los certificados médicos prenupciales a los fines de la celebración del matrimonio". Es decir que ya no deberán exhibir esos documentos ante el Registro Civil.
Antes del confinamiento, una pareja debía realizarse análisis de sangre para verificar su salud sexual. De los estudios podía surgir, por ejemplo, que alguno de ellos o ambos tuvieran sífilis o vivieran con VIH sin saberlo.
Córdoba insistía en esta obligación, a pesar de que la última modificación del Código Civil de 2015 la había eliminado.
"Lo que buscamos es convertir el viejo y tedioso trámite en una nueva experiencia para el ciudadano. En otros lugares, como Mendoza o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, son mecanismos que alientan a la gente a casarse porque son amigables y no ponen tantas trabas burocráticas. Estamos yendo a un sistema totalmente on line", dice a La Voz Andrés Guzmán, secretario de Registros Públicos de Córdoba.
En sus orígenes, a fines de la década del \'30, la exigencia de los estudios de sangre tenía un fin sanitario; apuntaban a la detección de posibles casos de sífilis y a evitar su transmisión. Con la aparición del VIH, tomaron otra dimensión.
Para Daniel Pizzi, especialista en salud pública, la realización de testeos es siempre positiva y recomendable. No obstante, asegura que los estudios prenupciales no constituyen una medida epidemiológica efectiva en estos tiempos.
"La eliminación de este tipo de estudios no va a cambiar el estatus epidemiológico de la provincia, donde actualmente hay un aumento de los casos de sífilis. Tampoco va a afectar la estadística. Lógicamente, no está mal que se sigan haciendo estudios. Siempre son positivas las campañas de detención de enfermedades venéreas", indica.
Por su parte, Guzmán señala que la decisión del Registro Civil se tomó luego de consultar a las autoridades sanitarias de la Provincia.
“Entendemos que, como control epidemiológico, es una medida que no aporta mucho. La gente tiene relaciones prematrimoniales. Además, hay parejas que no se casan, por lo que el universo de testeos es pequeño. Es una medida totalmente anacrónica.” explica el funcionario.
Génesis
En su génesis, este análisis reproducía las percepciones de género de la época. Desde 1937, era exigible solamente a los hombres. Recién en 1967 fue obligatorio para las mujeres.
De acuerdo con la normativa, los estudios debían realizarse siete días antes del casamiento. Un plazo bastante acotado para los futuros cónyuges, si se tiene en cuenta el tiempo que demanda organizar un casamiento y los imponderables de último momento.
Sin embargo, de manera voluntaria, los contrayentes podrán seguir realizándose los estudios. Los demás apelarán a la confianza. La normativa anterior preveía que sólo se podían hacer en un centro de salud público y de manera gratuita.
La nueva resolución permitirá que se hagan estudios en centros privados.
Muchas parejas debieron suspender sus enlaces desde que se estableció la cuarentena. Inclusive, fue uno de los tantos temas que inspiraron publicaciones humorísticas que aludían al desafío del amor en este período tan especial.
