“Es un buen trabajo y todos están consiguiendo un logro”, dice Germán Chicco (30) mientras termina de servir una de las mesas del bar “El Emperador” en la avenida Uruguay de Villa Carlos Paz.
Junto a otros jóvenes, Germán integra la Cooperativa Albergo Ético que generó la primera experiencia laboral de un grupo de jóvenes y adultos con discapacidad de Carlos Paz y de la región.
En aquella experiencia que se trajo de Italia, se los capacitaba en labores relacionadas con la hotelería y la gastronomía y se llegó a la puesta en marcha de un hostel en el barrio Costa Azul de la villa serrana, que logró subsistir hasta el inicio de la pandemia de coronavirus.
La pandemia acabó con esa experiencia, que de algún modo se transformó ahora en otra.
Organizados
En el turno mañana, Germán comparte su trabajo con Gastón Spoti Cajal (24) y Ezequiel Porporatto (30). A la tarde, el bar está a cargo de Rocío Pedrotti (24), Eva Riveros (28), Candelaria Allende (24) y Juan Carlos Gerrierre (32).
“En este tiempo hemos aprendido a agarrar la bandeja, cómo servir un café, hacer una buena merienda, un desayuno, un licuado”, asegura Germán.
Elvia Mella es una de las madres del grupo que está a cargo de diversas tareas en el seno de la Cooperativa creada. “Después de la pandemia habían quedado sin trabajo ya que el hostel se cerró y tras un buen trabajo del acompañante terapéutico, los padres hicimos una cooperativa de trabajo legalmente constituida con todo lo que se necesita”, cuenta Elvia a La Voz.
Mientras, los jóvenes siguieron capacitándose y aprendiendo en cursos de emprendedores y de distintas especialidades de la gastronomía. Los integrantes son personas con discapacidades intelectuales ligadas a retrasos madurativos o síndrome de Down.
Elvia no sabe si “El Emperador” es el único bar atendido íntegramente por personas con discapacidades en Argentina. Cree que sí. Pero el objetivo en este caso es otro: sostenerlo y que el balance arroje resultados positivos para que los trabajadores del bar puedan llevarse un sueldo a casa.
En el caso del bar de Carlos Paz, los padres de la Cooperativa aseguran que hubo un “Papá Noel” que entregó ayuda desinteresada para que todo fuera posible. Y que aunque él no quiera ser nombrado, lo siguen homenajeando con el cariño de los chicos. Se trata de Rubén “Kesito” Pavón, el cantante del grupo cuartetero La Banda de Carlitos.
“Fue y es muy importante para este proyecto”, asegura Elvia que cuenta que en momentos de crisis, en medio de la pandemia, el músico les dio la ayuda que necesitaban para ver la luz al fondo del túnel.
Un aprendizaje continuo
“Ellos están aprendiendo el procedimiento y todos sabemos que es un proceso difícil, pero están haciendo todo tipo de cursos y capacitaciones”, remarca Elvia. Y apunta que no tienen ayuda oficial, pero sí de “gente desinteresada” que está aportando para que el bar salga adelante.
“Los chicos están recibiendo capacitación en la Municipalidad de Carlos Paz y se están siguiendo los pasos para que esto que están aprendiendo sea para toda la vida”, asegura la mujer.
“Están aprendiendo a dar el servicio pero también lo que es ser comerciantes, al ver que existen gastos e ingresos que deben ser administrados, y que ese saldo es lo que van a ser sus sueldos”, asevera Elvia.
La mujer apunta que la intención es competir sanamente con el resto de los bares de Carlos Paz, pero admite que “no es un negocio cualquiera porque, por la condición de ellos, necesitan mucho apoyo, mucha capacitación constante”.
Datos del bar. Bar El Emperador: Uruguay 639, a cargo de la Coooperativa de Trabajo Albergo Ético Argentina Ltda. Horario: de lunes a viernes de 9 a 14 y de 16 a 20. Sábados y domingo, de 17 a 21.
