Si bien el operativo tuvo lugar el pasado 2 de marzo, recién ahora trascienden los detalles de una investigación que comenzó casi sin querer en Colonia Caroya.
La Policía de Córdoba llevó a cabo un allanamiento en un domicilio de esta ciudad a raíz de una denuncia por robo de herramientas. Cuando registraron el lugar, los uniformados se encontraron con una plantación de marihuana que abarcaba todo el patio de la vivienda.
El dueño dijo que tenía una autorización del Reprocann (Registro nacional de personas autorizadas al cultivo controlado con fines medicinales y/o terapéuticos) pero no estaba fabricando aceites para uso personal.
Así al menos lo sostiene el fiscal Antinarcotráfico de Jesús María, Ronan Sobejano, que ratificó que la cantidad de plantas excedía por mucho lo autorizado y durante la investigación se pudo constatar que comercializaba la marihuana.
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A esto se suma que la autorización del Reprocann estaba vencida y es por eso que quedó imputado por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”, que es la acusación más grave dentro del esquema del narcomenudeo.
En la actualidad aún permanece detenido y este martes la Justicia realizó un nuevo allanamiento en la que sería la casa de sus padres, donde secuestró un celular con el que hacía las “tranzas”.
Sobejano deslizó que el hermano del detenido tendría un grado de participación en este armado delictivo, pero por el momento seguirá en libertad.
“Con el devenir de la investigación pudimos acreditar efectivamente lo que te digo, que esa tenencia no era con la finalidad con la que él la quería hacer aparecer, sino que en realidad era para comercializarla”, apuntó el fiscal.
Explicó que, si bien su fuero no es el organismo de contralor sobre el uso que se le da a cada una de las autorizaciones del Reprocann, cuando se detecta alguna anomalía, son los encargados de determinar si, efectivamente, se utiliza la marihuana para el fin especificado legalmente.
“Determinemos si esa tenencia es con el fin que está autorizado, para consumo personal y razones de salud, o si excede esas autorizaciones y, como ocurre en este caso, es utilizada como una forma de disimular la verdadera finalidad, que es la de obtener ganancias”, expresó el magistrado.
Finalmente, Sobejano admitió que desde que se comenzaron a extender las autorizaciones del Reprocann, empezaron a aparecer cada vez más casos “fraudulentos”.
En la mayoría de los que llegan a la Fiscalía, quienes tienen este tipo de licencias no padecen ninguna afección que requiera del consumo controlado de aceites de cannabis.
Recodemos que el gobierno nacional anunció que someterá a revisión las autorizaciones que extendió el organismo para este tipo de cultivo y advirtieron que hay, al menos, 90.000 solicitudes sin un diagnóstico basado en evidencia científica.