En el vasto y diverso paisaje de Córdoba, donde las sierras y los ríos se entrelazan con llanuras interminables, se esconde una joya natural que, aunque conocida por algunos, sigue siendo un enigma por descubrir: la Reserva Natural Cascada Los Chorrillos. Situada en el faldeo oriental de las Sierras Grandes, a apenas una hora de Córdoba Capital, esta reserva ofrece mucho más que una simple postal pintoresca; es un espacio que invita a sus visitantes a reconectarse con lo esencial, a sentir la tierra y el agua en su estado más puro.
Con una extensión de 700 hectáreas, la Reserva protege una diversidad única de flora y fauna, preservando un recurso tan valioso como el agua. El terreno, con sus suaves pendientes, da lugar a una variedad de ambientes naturales, desde pastizales hasta bosques de pinos y bosque serrano, que se despliegan a lo largo del cauce del arroyo Los Chorrillos. Este arroyo, el guardián natural de la reserva, desempeña un papel crucial al aportar el 10% del volumen del lago San Roque, lo que lo convierte en una de las cuatro principales unidades hidrológicas de la región.
El arroyo Los Chorrillos, desciende desde una altura de 115 metros en una cascada homónima que se desploma en cuatro saltos, creando a sus pies una pileta natural, ideal para refrescarse tras la caminata. La erosión ha producido insólitas figuras en las piedras que se mezclan con la vegetación en un paisaje que parece salido de un cuento.
Una caminata hacia la Cascada Los Chorrillos
La experiencia turística en la Reserva consiste en un sendero autoguiado de 14 kilómetros (ida y vuelta), de dificultad media, que serpentea entre elevaciones que varían entre los 700 y 1.200 msnm. El camino está dividido en cinco postas señalizadas por tranqueras, donde carteles informan sobre la distancia recorrida y la que aún queda por andar. Este detalle permite a los caminantes dosificar su energía y disfrutar del recorrido sin prisas.
Después de pasar la segunda tranquera, el sendero se abre a un impresionante bosque de pinos implantados para enriquecer el paisaje, que enmarcan una pequeña cascadita, regalando una hermosa postal. Los pinos se despliegan a lo largo de casi todo el camino.
Todo el recorrido, desde las primeras postas hasta la vista final de la cascada, se convierte en uno de los paseos más lindos de la provincia. La diversidad de la vegetación, que varía entre especies típicas de bosque serrano, pastizales de altura y arbustos, enriquece aún más la experiencia. Especies como el orco quebracho, molles, talas, manzano del campo, espinillos y helechos, muchas de ellas señalizadas con carteles informativos, permiten al visitante conocer mejor el entorno natural.
Al llegar a la cuarta posta, ya habiendo cubierto el 70% del recorrido, el sendero continúa hacia un paisaje selvático, propio del bosque serrano, que anuncia la proximidad de la cascada. Finalmente, una pequeña escalera conduce al mirador, donde la vista se abre a la majestuosa caída de agua que revela toda su imponencia. Aquí, el esfuerzo de la caminata se ve recompensado con una panorámica que deja sin aliento. Los Chorrillos está rodeada de un cordón montañoso de las Sierras Grandes que le da un marco aún más imponente.
El regreso se realiza por un sendero alternativo que bordea el bosque de pinos recorrido a la ida, ofreciendo maravillosas vistas del valle de Punilla y las Sierras Grandes.
Más información
Para quienes deseen visitar este paraíso, la Reserva está abierta todos los días de 8 a 18 durante la temporada alta (enero, febrero y vacaciones de julio), con ingreso permitido hasta las 13 y una permanencia máxima en la cascada hasta las 15.30. En temporada baja, el acceso es de jueves a domingo y feriados, de 9 a 13. El costo de ingreso es de $6.700 por persona, con descuentos para menores y grupos numerosos. No es necesario reservar con anticipación, solo hay que presentarse en el ingreso y dejarse llevar por la magia del lugar. @reservaloschorrillos
Cómo llegar
Para llegar a la Reserva desde la ciudad de Córdoba, hay que recorrer poco más de 60 kilómetros. Se toma la RN 20 hasta la altura de Villa Carlos Paz, donde se continúa por la RP 28 y luego por el camino a Flor Serrana, que incluye un tramo final de cuatro kilómetros de camino de tierra.
