Villa Carlos Paz. Una multitud despidió ayer los restos de Ingrid Vidosa (25) en el cementerio de Villa Carlos Paz, mientras que quien era su pareja, detenido por el crimen, se abstuvo ayer de declarar tras ser notificado de la imputación en su contra.
La joven, madre de una niña de 5 años, fue asesinada el lunes en el Cerro de la Cruz y la investigación a cargo de la fiscalía de Primer Turno de Villa Carlos Paz determinó la imputación de Marcos Haye (32), su pareja, acusado de homicidio calificado por el vínculo y femicidio.
Si llegase a ser condenado por esa calificación, le corresponderá prisión perpetua.
Ayer al mediodía, Haye fue trasladado al penal de Bouwer luego de que se le notificaron los cargos que pesan en su contra en la sede de la fiscalía.
Los detalles de los últimos minutos de vida de Ingrid comienzan a aparecer a partir de testimonios que revelan que la pareja estuvo el lunes a la siesta en un hotel de la villa serrana, donde habría mantenido una discusión.
Ese mismo día, testigos señalaron que vieron a la joven, acompañada por un hombre, en la base del cerro que desde hace años es usado como paseo en caminatas por muchos vecinos de Villa Carlos Paz.
Es allí donde se pierde el rastro de lo sucedido más tarde. Según los primeros peritajes, Ingrid fue prácticamente ejecutada de un tiro en la nuca, alrededor de las 20 de ese día.
El asesino la habría obligado a arrodillarse.
La fiscalía espera los resultados de otros peritajes requeridos, entre ellos los que se efectúan sobre el arma hallada en el domicilio de Haye, en la localidad de Tanti. Se trata de una pistoleta calibre 22 y se busca determinar si efectivamente fue la utilizada en el crimen. En principio, el calibre coincide con el proyectil que se encontró en el cráneo de la joven.
La defensa
La abogada que se hizo cargo de la defensa de Haye, Marcela Giraudo, desligó al detenido de los hechos que se le imputan.
“Tenían una relación en la que eventualmente se veían. Él la acompañó hasta la entrevista de trabajo ese día”, apuntó.
“Marcos se encuentra medianamente bien, dentro de su situación. Una persona detenida, que sostiene que no tiene nada que ver con el hecho, no puede estar demasiado bien”, agregó la abogada.
Triste despedida
Cientos de personas concurrieron ayer al sepelio de Ingrid.
En Mayú Sumaj, la localidad del sur de Punilla en la que vivía con su padre, el dolor se trasladó a los vecinos, quienes la conocieron como una madre preocupada por la educación y el sustento de su pequeña hija.
El círculo íntimo de la joven apuntó hacia su pareja desde que se conoció la noticia de que el cuerpo de la mujer encontrado el martes en el Cerro de la Cruz era el de Ingrid.
Ahora, insisten en que la relación entre ambos era conflictiva, mientras la Justicia trata de convertir sospechas en pruebas.
