En el marco de la investigación por la causa de Silvia Gloria Gallardo, quien se encuentra desaparecida desde 2014 y que se sospecha que fue asesinada, en los próximos días serán indagados en la ciudad de Villa Dolores la hija de la mujer y el concubino de esta, quienes fueron detenidos recientemente en Córdoba Capital.
A todo esto, la Mesa de Derechos Humanos de Traslasierra volvió a reclamar justicia.
Luego de 11 años sin resultados, y a pocos meses de la prescripción del caso, las detenciones, ordenadas por una nueva fiscal en la causa, sorprendieron a quienes vienen exigiendo la verdad sobre los hechos.
Yamila Micaela Gallardo (29) está acusada por presunto homicidio calificado por el vínculo, mientras que y Hugo Alberto Suárez (33) está imputado como presunto autor de femicidio también calificado por el vínculo. La joven fue trasladada a la Cárcel de Mujeres de Bouwer, mientras que el hombre fue alojado en la prisión de Villa Dolores.
El defensor de ambos, Guillermo Aufranc, dijo que las indagatorias fueron suspendidas el pasado miércoles, como estaba previsto, y estimó que todo podría realizarse esta semana. El letrado destacó: “No hay ninguna nueva prueba en contra de mis clientes, solamente un criterio distinto para interpretar los indicios por parte de esta nueva fiscalía”.
En 2014, la joven tenía 17 años mientras que el muchacho tenía 21 años.
Las hermanas de Gloria denuncian que fue asesinada y que su cuerpo fue arrojado probablemente en un pozo cercano a la vivienda que habitaban. Sería la hipótesis que sigue la actual pesquisa. En ambos casos la pena posible, de ser encontrados responsables, llega a la prisión perpetua.
Reclamo por “inacción”
“Celebramos que la causa se haya activado, aunque se perdió mucho tiempo, no vamos a dejar de pedir justicia, queremos que se investigue a fondo”, dijo Mónica Piñeyro, de la Mesa de Derechos Humanos, en una conferencia de prensa brindada hace días.
El abogado de la organización, Germán Romero Marcón, a su vez querellante en la causa de Gallardo, resumió: “La Justicia no escuchó a la familia en 11 años. Desde el primer momento, ellos dijeron que los culpables eran quienes ahora están detenidos y parece que sólo se investigó a la víctima”.
El letrado cuestionó hace meses la “inacción” de la fiscal Lucrecia Zabrana, quien decidió apartarse de toda causa donde él actuara. Fue entonces que intervino la fiscal Eugenia Ferreyra. En pocas semanas, la funcionaria ordenó la detención de la pareja, que se produjo en el centro de Córdoba.
Misterio
Silvia Gloria tenía 34 años y era la tercera de siete hijos de una familia de Yacanto.
Trabajaba en Córdoba capital, a donde debía viajar el 12 de febrero de 2014 después de haber permanecido dos semanas de vacaciones en Traslasierra.
Aquel miércoles desapareció.
El día anterior le había contado a sus hermanas que expulsaría a su yerno de la casa que compartían en el lugar con su hija adolescente y su nieta. Las tensiones eran constantes porque el joven la hostigaba y afirmaba ser el dueño de la vivienda, según fuentes allegadas a la víctima.
Sin embargo, se cree que nunca tomó el colectivo que debía transportarla desde Traslasierra.
Sus familiares sospechan que su yerno la habría matado, para arrojarla presuntamente a un profundo pozo cercano a su casa.
Por ahora, no se conoce las versiones de los ahora acusados.
Nada más se supo de Gloria en 11 años.
Según la familia, los procedimientos investigativos de la Justicia fueron insuficientes o ineficaces.
“Aunque no se haya encontrado el cuerpo de mi hermana, estoy segura de que ellos mataron y desaparecieron a Silvia, yo espero que mi sobrina se quiebre y diga donde llevaron su cuerpo, queremos tenerlo”, sostuvo Analía Prado, la hermana de Gloria, quien denunció el caso y encabezó los reclamos de Justicia.
Después de la extraña desaparición de Gloria, su yerno habría matado a cuatro gatos y tres perros que eran las mascotas de la mujer, según fuentes del caso.
La acción, según la sospecha, habría tenido dos fines: presuntamente intimidar y evitar que los animales buscaran el cuerpo.
Suárez también dispuso cambios en la casa y vendió objetos de la víctima, según los denunciantes.
“Era como si el supiera que ella no iba a volver”, afirma hoy Analía.
Suárez y su compañera se fueron precipitadamente de Yacanto, a horas de que se hiciera una prospección en un pozo cercano. En estos años habrían vivido en distintos barrios de Córdoba.
Posiblemente esta semana surjan en el caso nuevos datos, que apunten a la verdad.
