Un grupo de vecinos autoconvocados de Villa María realizó una protesta frente a la sede de la Municipalidad para pedir la reanudación del programa de castraciones gratuitas que habitualmente se realiza en el Centro de Adopción Municipal.
Según afirmaron, las cirugías se detuvieron a mediados de noviembre. Los proteccionistas locales aseguran que el municipio les comunicó que no había insumos.
En concreto, el motivo que dio el Municipio para ponerles un freno a las castraciones fue que no había anestesia para realizar los procedimientos, publico Puntal de esa ciudad.
“Cuando nos comentan que estaba en falta la anestesia y que el valor se había duplicado, nos pusimos rápidamente a investigar cuál era el presupuesto asignado y dimos con que se podría hacer una compra más allá del aumento”, dijo una de las personas durante la protesta.
Los vecinos indicaron que el Centro de Adopción Municipal (CAM) estaba realizando entre 20 y 30 castraciones por día y cerca de 150 procedimientos por semana.
Además, precisaron que el impacto de la falta de castraciones también se siente en el bolsillo de las familias. “Si uno va a la veterinaria y pide una castración por su propia cuenta, tendría que pagar entre 40 y 60 mil pesos”
La nota que le presentaron a Eduardo Accastello
El escrito que los autoconvocados le hicieron llegar al nuevo intendente, Eduardo Accastello, dice lo siguiente:
“De nuestra mayor consideración, nos dirigimos a usted mediante la presente, para manifestar la urgencia de encontrar una solución armónica a la problemática animal que hoy nos desborda como ciudadanos activos, participativos y gestores del bienestar animal.
La situación ocurrida en el Hogar de Ancianos municipal Roberto Velo de Ípola en la cual, mediante un mecanismo informal, unilateral e infundado, se arrebataron los animales de compañía de algunos residentes, perjudicándolos hasta el día de la fecha, así como la suspensión de las castraciones en el Centro de Adopción Municipal, ambos hechos ocurridos el mes pasado, fueron los detonantes de nuestra necesidad urgente de conseguir respuestas por parte del municipio.
Hemos presentado varias notas a distintas instituciones municipales, así como la última a Martín Gill, quien estaba a cargo del municipio, todas sin respuestas. Por lo que esperamos que, en su gestión, la voz ciudadana sea escuchada y respetada, así como habilitada la participación, para lograr soluciones realmente efectivas, aportando a la construcción de las mismas, facilitando la información recabada y la experiencia en la temática. Instamos a la buena voluntad de esta nueva gestión”.
